Capítulo 5.

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Pov Normal

Volkov aparcó su vehículo frente a la cafetería de su esposo, prosiguiendo a bajarse con rapidez y a observar su reloj un momento mientras caminaba hasta la puerta de entrada principal del local. 
Las luces se encontraban apagadas y el cartel más que claro decía "Cerrado". 

Suspiró con cansancio y algo de molestia, se le había hecho tarde por culpa de una reunión que se alargó más de lo esperado y ahora llegaba cuarenta minutos después de la hora acordada. 

Sacó el móvil de su bolsillo y paseando su vista hacia dentro de la cafetería, notó que una de las luces del fondo seguía encendida. Así que llevó una mano a la manija de la puerta y esta se abrió. 

"¿Sigue aquí?" 

Volvió a guardar su móvil e ingresó con cautela al lugar, observando hacia todas direcciones por si algún empleado todavía estaba allí y lo recibía. 

Caminó con lentitud dejando oír el eco de sus zapatos tras cada pisada que daba por la gran sala vacía. 

Continuó recordando el camino por el que el moreno lo había llevado la última vez que estuvo allí con él. 

Cuando se adentró por la puerta que daba a la cocina, fijó su vista en el hombre que se hallaba allí. 

Horacio se encontraba en una de las mesadas revisando algunos papeles y sacando cuentas con su móvil a un lado, sin embargo al notar la presencia de su esposo debido al sonido de la puerta abriéndose, le dedicó una mirada rápida por unos segundos. 

— Oh, ya estás aquí — resaltó lo obvio, volviendo la vista a los papeles. 

— Se me hizo tarde, lo siento — Volkov se acercó a paso lento hasta llegar a su lado.

— Me di cuenta, no pasa nada — el moreno acomodó las hojas frente suya y las dejó dentro de una carpeta que se encontraba ahí mismo. 

Volkov deshizo la distancia que quedaba entre ellos y, luego de colocarse delante del moreno, rodeó su cintura con ambos brazos, apegándolo a sí ligeramente.

— ¿Q-qué…? — Horacio se quedó un momento entre sorprendido y avergonzado, e inmediatamente llevó ambas manos al pecho del ruso para evitar que se acercara aún más.

— Lo siento — se volvió a disculpar Víktor, marcando una pequeña sonrisa en sus labios. 

— V-vale, vale, lo entiendo — el menor tragó saliva nervioso y trató de dar un paso hacia atrás pero el agarre de su esposo no se lo permitió — Ya estás aquí, así que vamos de una vez — 

Víktor lo observó atento, notando su sonrojo y la forma en la que evitaba su mirada. Luego de un momento de deleitarse con aquella cercanía y la imagen en frente suya, deshizo su agarre lentamente y asintió con la cabeza. 

— De acuerdo, vamos entonces — el ruso estiró su diestra frente al menor esperando que la tomara. 

— No me voy a perder — dijo Horacio al ver su gesto, y caminó a un lado del contrario esperando que lo siguiera. 

.

Ambos entraron al restaurante elegido por el de cresta observando hacia los lados y sin perder detalle alguno del lugar. Fueron acompañados por uno de los meseros a una mesa con dos sillas, en las cuales tomaron lugar enseguida. 

Horacio sonreía con emoción y sus ojos brillaban de alguna forma mientras su vista se paseaba por todo el lugar sin perder detalle alguno. 

Mientras Volkov tenía la vista clavada en el moreno.
Aquel lugar era lujoso y podía apreciarse el brillo en cada rincón, sin embargo para él en ese momento, no había nada que le llamara más la atención que su esposo. 

•Marriage• [°Volkacio°]Where stories live. Discover now