Capítulo 24 (Extra Parte 2)

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Pov Normal

Gustabo se sorprendió cuando, una mañana en particular, había quedado de acuerdo en que aquel hombre que trabajaba para su cuñado, volviera a buscarle para llevarlo a su trabajo en el bar.
Esa situación se dio luego de que Horacio le insistiera en que se quedara en la nueva casa a descansar, ya que la noche anterior había recibido unos golpes tras entrometerse en una pelea en el bar.

García sabía que al ser un barman, y que su trabajo estaba tras la barra, no debía meterse en peleas ni defender a nadie, pero haberle ayudado a su nuevo compañero de trabajo a salir de ese lío de seguro lo libraría de un par de turnos laborales en el futuro. Sin mencionar que ese italiano y su hermano, que solía buscarlo luego del trabajo, parecían ser personas con muchos secretos.

"Mejor llevarnos bien".

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Greco ingresó a la casa de Volkov en busca del rubio y se dirigió directamente a la habitación de Horacio, donde pensó que iría a encontrarlo. Pero no se encontraba allí.
Así que continuó recorriendo la casa con curiosidad y duda de dónde se encontraría.

Sus dudas se esfumaron en cuando un grato sonido llegó a sus oídos, y por supuesto que sabía de qué se trataba, de aquel piano que se hallaba en una de las salas de la casa.

El de barba caminó hasta allí con una pequeña sonrisa en el rostro y se quedó parado en el marco de la puerta abierta, su vista puesta en Gustabo, en cómo sus manos trataban de crear alguna melodía en el instrumento.

Rodríguez se delató a sí mismo por una risa que se le escapó al escuchar una melodía demasiado desafinada y extraña, creación de aquel rubio.

— ¡Joder, barbas! — se quejó Gustabo de un sobresalto debido al susto — Que me vas a dar un infarto y soy muy joven —

— Discúlpame — contestó el mayor, sin borrar la sonrisa de su rostro — Me sorprende tu habilidad en el piano, es todo —

— No te burles, jamás pude aprender a tocarlo — el rubio volvió la mirada al instrumento y luego su mirada dejó ver una extraña nostalgia.

Rodríguez observaba con total atención, sin dejar pasar ningún detalle de los gestos ajenos. Le comprendía de alguna forma, estaba acostumbrado a una persona que no se expresaba con la mayor libertad del mundo.

Se acercó lentamente y tomó asiento en la banqueta junto a Gustabo, luego dirigió la mirada a los ojos ajenos y preguntó.

— ¿Puedo? — aunque recibió ahora un deje de sorpresa en la expresión ajena.

Gustabo elevó ambas manos, dándole así el espacio necesario para que hiciera lo que estaba dispuesto.

Greco se acomodó un poco y luego comenzó. Sus dedos se movían con clara habilidad y destreza a lo largo de aquellas teclas. El piano dejaba oír una melodía armónica y delicada, tan ligera y dulce que era totalmente agradable de oír.

El rubio se quedó estupefacto, no recordaba la última vez que había disfrutado tanto el escuchar algo.
Y aquel hombre tenía algo que le llamaba la atención. Su amabilidad o su tacto para razonar las cosas le eran, como mínimo, algo que le hacía sentir bien.

Se mantuvo en silencio disfrutando de aquella 'presentación' en vivo, hasta que el mayor la dio por finalizada.

— Eres bueno en esto — le admiró con una sonrisa.

— Bueno, a mí mamá le encantaba que toque para ella — Greco indagó en sus recuerdos con algo de nostalgia — Así que quise mejorar lo más que pude... luego solo... se me volvió un hábito —

•Marriage• [°Volkacio°]Where stories live. Discover now