Capítulo 22 (Final) .

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Por Normal

Tres días pasaron con lentitud y algo de amargura. Horacio se encontraba sentado en su habitación, su espalda se posaba en la puerta y sus piernas enrolladas eran rodeadas por sus brazos.
Su frente apoyada en sus rodillas mientras intentaba tranquilizar su torpe corazón.

¿De qué se arrepentía más?

Tal vez de no haber correspondido aquellas declaraciones de amor por parte de Volkov.
O no haberle dado un cariñoso abrazo cuando se moría por hacerlo. De no haber tenido el coraje de pedirle que le enseñase a preparar café, para así sorprenderlo alguna vez.

Su tacto, su calor, sus bromas, su sarcasmo, sus atrevimientos, sus mañas, su sinceridad, su mirada, su sonrisa, su amor.

Tantas cosas que adoró y que no agradeció. Y... que no pudo mantener.

Porque al final de cuentas, a pesar de que Víktor había sido su primer amor, estaba seguro que igual sería el último.

Al final, el corazón no se desespera así de fuerte e intenso por cualquiera. Aquel amor, era uno verdadero. Uno real.

Uno de una sola vez que jamás se volvería a repetir.

"¿Por qué no dejo de pensar que mi felicidad está ligada a ti?"

La mirada de Horacio viajó hasta el suelo cuando escuchó el sonido de un arrugado papel colarse bajo la puerta.

Su pecho se llenó de nostalgia. Tantos recuerdos ahora referidos a su familia, a la persona que estaba del otro lado.

Tomó el papel con una de sus manos y lo desdobló, leyendo luego lo que estaba escrito en este.

<Si sales ahora, te compro del vino que te gusta>

El moreno rió un poco, no pudo evitar que una pequeña sonrisa surcara su rostro al momento de pensar que su fiel y querido hermano estaba preocupado por él e intentaba animarlo un poco.

Y es que la verdad, era por él que estaba allí.

No podía evitar sentirse sumamente triste de haber perdido a Víktor, pero tenía que admitir que... Él había facilitado esa decisión en su lugar, a sabiendas de qué le dolería menos.

Volkov parecía quererlo tanto que le ayudó a no perder a su hermano... Incluso aunque eso significara que se alejaría de él. Aún amándolo así.

Así que no era momento de bajar la mirada y llorar. De ver todo de forma negativa y quedarse de brazos cruzados.

Eso significaría que aquello había sido en vano. Y Horacio quería demasiado a Volkov como para permitirse eso.

Así que se puso de pie.
Limpió sus lágrimas y abrió la puerta, encontrándose con Gustabo del otro lado.

El rubio le sonrió dulcemente, tratando de apaciguar aquellos ojos bicolores que se veían acuosos y desestabilizados.

— Venga, bebé — Gustabo acercó su rostro y dejó un sonoro beso en la mejilla de Horacio — ¿Quieres que vayamos a beber ese vino? —

El de cresta sonrió en respuesta, dejándose contagiar por aquel ambiente tan cómodo que marcaba su mejor amigo así de fácil. Tal y como cuando eran pequeños. Siempre para él, siempre cuidándolo...
Siempre juntos.

— Otro — masculló Horacio, estirando sus labios algo burlón hacia al adverso.

— Iugggh... — se quejó Gustabo, fingiendo estar asqueado con sus gestos para luego jalonear al menor del brazo para que le siguiera — Vamos, anda —

•Marriage• [°Volkacio°]Where stories live. Discover now