Había sido un día bastante agotador, por lo que me levante tarde, cuando extendí mi mano creyendo que encontraría a Adrianne, ella no estaba ahí, me levante de golpe tratando de encontrarla en la casa, pero no había ningún rastro de ella, abrí la puerta del patio decidida a salir corriendo de ahí cuando la vi sentada en el césped, con sus manos manipulando un poco el viento y las hojas que caían de aquel cedro. Me tranquilice al verla ahí, tenía miedo de que le pasara algo nuevamente por lo que me acerque y me senté a su lado.
-¿Qué haces?.... - pregunté despacio mientras veía su manipulación con el aire.
-Entrenando.... Aquellos vampiros me pusieron unas cadenas, las cuales eran difíciles quitarme y usar de estos poderes. Quiero practicar y que me sea fácil esparcir todo el poder por mi cuerpo y no solo en mis manos. - Asintió para hacer un pequeño remolino frente a nosotras.
-¿Piensas volver conmigo a Forks?..... - sugerí a lo que ella dejó de hacer eso con sus manos.
-No podría, es tu familia, no la mía.... - susurró
-Tengo una casa Adrianne, nadie sabe sobre ella, a excepción tuya, puedes vivir ahí conmigo, sabes que ya hemos vivido antes. - comenté. - Además, no creo que quieras volver a Volterra.
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-Mi padre ya debe estar enterado de esto, lo único que espero es que no hayan sabido sobre Ethan. El literal me salvo la vida, intento hacerlo con Aiden, pero fue imposible. - suspiro en lo último para mirarme. -Lo de vivir contigo suena estupendo, pero también estaba pensando en volver a Volterra, entrenarme más, en la guardia siempre me van a recibir
-Pues aún hay tiempo de convencerte para ir a Forks, así que no me daré por vencida. - reí para luego levantarme. - Cocinare algo, en lo que tu practicas, ¿ok?
Giré para volver a la casa e ir directamente a la cocina, no iba a cocinar tantas cosas, pues apenas comería más yo que Adrianne, pero necesitaba que el momento sea algo más ameno. Recordé las galletas que solíamos comer juntas viendo una película, así que también las prepararía para ella, mientras estaba cocinando cada platillo, me fijaba por la ventana viendo que Adrianne estaba concentrada practicando, en algún momento algún árbol iba a caer, pero bueno, eso no importaba por ahora, solo su paz mental.
Tuvimos la tarde para nosotras solas, miramos aproximadamente 4 películas de comedia, lo último que deseaba era algo de romance para ver juntas, comimos todas las galletas y nos pusimos a jugar jenga, mientras cada una debía beber un shot de bourbon. Momentos así con Adrianne eran los que extrañaba, nuestros momentos de complicidad que nos hacían tan unidas, como una sola.
- Pensé que te la quitarías cuando estés en tu casa... - comentó Adrianne mientras tocaba mi collar girándolo para ver el escudo de su familia.
-No, siempre lo tuve. En realidad, me ha estado pasando algo extraño hace unos meses. - susurré lentamente. - Pero ya sé por qué era...
