CAPÍTULO 25

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Elizabeth

Intento mentirme a mí misma y decirme millones de veces que no estoy enojada y que ya puedo llamar a mis bebés, pero cuando me veo en el espejo después de bañarme la marca en mi pecho izquierdo, mi ojo se contrae en forma de tic y mi poca paciencia me llevo a tomar una toalla cercana y morderla para luego gritar, mucho desgraciado me dejo una marca.

No crean que esta marca es lo mismo que la marcas de mate porque no es así, está no es tan profunda como esa, los hombres lobo tienen que saber dónde dejarla y como dejarla, es una mordida así de profunda para dejar huella y que no desaparezca cuando sane con el tiempo, si es colocada mal puede ser mortal, en mi vida no he escuchado un caso donde el hombre lobo marque mal a su mate siempre lo hacen en el momento del sexo para que la chica se relaje y no se tense haciendo que la marca se ubiqué mal y atraviese alguna vena importante provocando muerte inmediata.

Salgo del baño y entro a la habitación en busca de mi teléfono, me levanté el día de hoy a las once del día así que desayuné en mi habitación y hasta ahora que son las tres me estoy bañando para arreglarme y estar lista para la noche de hoy.

Aunque tenga la marca me pondré un vestido negro con una abertura larga en los pechos que dejé al descubierto esa marca que me dejo el estúpido de Dalton, el vestido es largo y tiene también una abertura en la pierna.

Al terminarme de cambie y colocarme los tacones tomo mi teléfono y suelto un suspiro, comienzo a llamar a Damon, pero no me contesta las llamadas así que me entro en pánico, pero me calmo, a de ser que salieron y están ocupados así que llamaré otra vez más luego. ¿Cuántas llamadas hice? Veintitrés para ser exactos.

Tomo un pequeño bolso y guardo el teléfono hay, salgo de la habitación y voy directo hacia la entrada de la casa, son las cuatro ya y la reunión comenzaría a las cinco así que tengo una hora para el viaje de camino, al salir por la puerta veo como Dalton y Lucero entran a un carro y triste mente no puedo ver cómo le deje el rostro.

—¿Por qué mierda no te has largado todavía? —me dice a mis espaldas la tal Bonnie alias vientre prestado así que giro a verla.

—¿A la reunión a la cual no fuiste invitada porque no eres la luna reina sino la segundona? —soné muy odiosa con mis palabras, pero yo soy un reflejo de cómo me tratan. Se le enrojece el rostro y suelta un chillido.

—Lárgate de nuestras vidas que todos estábamos mejor sin ti —dice fastidiada y yo me rio sin gracia en su cara.

—Pues fíjate que no se va a poder porque no me da la gana y tú no me mandas —me cruzo de brazos y ella frunce más el entrecejo, pero luego sonríe.

—No puedo atacarte porque estoy embarazada, pero si puedo hacer algo mejor —dice y la veo sacar su teléfono para luego reproducir un video.

En el fondo se ve mi perrito durmiendo en la carretera y luego como un auto le pasa por encima, se escuchan unas risas en el fondo que al parecer la risa femenina es de Bonnie que estuvo en el momento en que murió, pero la otra me hace la piel me pique y me inunde de rabia.

El video se ve claramente como el carro frena y Bonnie sale corriendo hacia el auto para montarse en el copiloto donde se ve claramente el rostro de Dalton sonreído con malicia.

Mi sonrisa desapareció justo en el momento en que vi como lo arrojaba sin piedad, mi hermosa mascota, mi fiel compañero desde muy pequeña siempre estuvo conmigo en los momentos más tristes de mi vida, hasta en aquel momento en el que me Dalton me encerró en la habitación estrecha con puerta de Plata al salir de ahí me la pase en mi habitación y mi único compañero era mi perro por eso me dolió tanto porque me aferré tanto a él que duele.

LA BETA DEL REY ALPHA [#2]Where stories live. Discover now