Capítulo 17 (Final)

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— El que se duerma es un bebé. —Los 6 niños se miraron entre ellos para luego mirar a Nie Huaisang, el cual estaba dormido en uno de los sillones que traía la habitación, Wei Ying también miro a su amigo y resoplo, pero rápidamente una sonrisa traviesa se formo en su rostro— Niños, ¿Quieren dibujar en el rostro de su tío Sang? —Saco un marcador negro de sabrá Dianxia donde y se lo paso a Xiao Yang, quien ni corto, ni perezoso fue donde su tío acompañado por su hermana, Jin Ling y Lan Jingyi.

Ouyang Zizhen y Lan Yuan miraron a su maestro, el primero con curiosidad y el segundo con reproche, Wei Ying se sintió regañado, así que les saco la lengua y fue con el resto de los niños para dibujar algo menos infantil en el rostro de su amigo, todo esto era visto por Jing Cheng, Madam Yu, Jiang Yanli y Madam Lan, el primero y la segunda haciendo muecas y las demás sonriendo por las travesuras de los niños.

— Ni en la boda de tu hermano te comportas. —Madam Yu regaño a su segundo hijo, este la miro, le guiño un ojo y volvió a su dibujo, la mujer estaba dispuesta a ir a golpearlo, pero su hija mayor la detuvo.

— Déjalo madre, igual no esperaba seriedad en él y menos en un momento tan importante de mi vida. —Apenas termino de hablar tuvo a su hermano encima suyo, abrazándolo y dándole besos por toda la cara.

— Tu sabes que yo te quiero, ChengCheng jamás debes dudar de eso. —Se alejo con la patada que su hermano le dio, cayendo cerca de su suegra, quien le acaricio la cabeza sin la mínima intención de ayudarlo, cosa que su nieto si hizo.

Después de una larga espera, y muchos preparativos, la boda de Jiang Cheng y Lan Xichen estaba a punto de comenzar, la ocasión ameritaba una gran ceremonia, junto con todos los amigos cercanos y familia de la pareja. Jiang Cheng se miro al espejo, ansioso y nervioso, en unos minutos se uniría en matrimonio con el amor de su vida, cualquier se sentiría de aquella forma, pero gracias al bullicio que su hermano y los infantes hacían podía relajarse un poco, si se centraba en mirarlos con odio podía olvidarse del enorme paso que estaba a punto de dar, y no sabía si Wei Ying lo hacia a propósito, pero ese día estaba más ruidoso e inquieto de lo habitual.

Después de un rato Madam Yu pateo a su hijo mayor fuera de la habitación y lo mando a junto a los niños a prepararse para la ceremonia, ya que el maestro seria uno de los padrinos y los infantes ayudarían con las flores y los anillos.

— Me voy, pero porque yo quiero y no porque me echan, retoños, nos vamos, aquí le temen al éxito. —Fingió indignación para luego caminar hacía el salón de ceremonias, con los niños siguiéndolo, caminando todos en una fila, esa fue la imagen que la mayoría de los invitados vieron, pero conocían al maestro por lo que no se les hizo extraño.

No hubo muchas cosas que hacer durante la preparación de la ceremonia, todo estaba marchando tal y como se esperaba, sobre todo porque Wei Ying estaba haciendo un sobre esfuerzo para no dañar nada o quemar el lugar, tanto era su esfuerzo que simplemente se sentó en una de las sillas para los invitados y no movió ni un musculo, Jiang Cheng debería besarle los pies por ser tan buen hermano.

— Wei Ying. —Alzo su mirada encontrándose con Lan Wangji, este se sentó a su lado mientras agarraba una de sus manos y simplemente la entrelazaba con la suya.

— ¿No tendrías que estar con el cuñado? —Le pregunto al mismo tiempo en que se recostaba en el cuerpo de su novio y cerraba los ojos.

— Ya va a comenzar. —Explico con simpleza, el agarre en su mano se volvió un poco más fuerte, pero no le dolía, incluso se sentía bien, era un agarre reconfortante.

— En unos minutos nuestros hermanos se casaran. —Escucho un leve "Mn" del contrario— ¿Sabes lo que se me viene a la mente cuando pienso en eso? —Abrió sus ojos y alzo un poco su cabeza para mirar a su pareja, quien también poso su mirada dorada en él, haciendo que ampliara su sonrisa— Quizás en un futuro nosotros también nos casemos. —Río, pero no por burla, sino por felicidad, todo este ambiente lo ponía de un buen humor y el tener a su amado con él, esa felicidad se multiplicaba.

Xian-gege, Serás Mi MamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora