Extra 2.

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— Mire señor Cao, me sé las reglas al derecho y al revés, tengo traumas desde adolescente por eso, no me haga recordarlo. —Se limpio una lagrima imaginaria, provocando que su maestro pusiera los ojos en blanco— Pero debe comprender que soy una madre luchona que debe cuidar de su cría, mírelo, esta chiquito. —Señalo hacía donde estaba un Lan Yuan ayudándole a Hua Cheng a transcribir algo en su libreta.

— No se permiten niños en las clases. —Wei Ying pisoteo como niño pequeño, su maestro estaba a punto de ganarle a Lan Qiren con sus estrictas reglas.

Por cosas de la vida, ósea una Mianmian enferma y un Lan Wangji fuera de la ciudad por trabajo, Wei Ying cuidaba a su hijo después del trabajo, obviamente no lo llevaba a sus clases, pero ese día su hermano y cuñado tuvieron un percance, y sin tiempo de irlo a llevar a la casa de estos, termino llevándoselo a su clase de música tradicional, ahora le rogaba a su maestro para que lo aceptara con el infante, quien apenas entro al aula se fue a sentar donde sus tíos Luo y Hua.

— Pero A-Yuan es un niño muy educado y responsable, le aseguro que se quedara quieto y no hará ruido, es más yo seré el que haga ruido, ya sabe como soy. —Absolutamente toda la clase asintió ante aquello, están completamente de acuerdo con él.

— A él es que debería echar. —Hua Cheng le mando un beso al ver la expresión agria de su amigo.

— Hijo de tigre sale pintado. —Con esas palabras Wei Ying supo que ganaría, mientras que Lan Yuan anoto esa frase en su cuaderno mental, mañana buscaría su significado.

— A-Yuan es mi hijo, pero no, ósea, estoy casi casado con su padre, por lo tanto es mi cría, prácticamente lo parí psicológicamente. —El señor Cao alzo una ceja mientras miraba fijamente al otro maestro, quien estaba muy confiado de que así funcionaba su situación paternal, al final solo pudo suspirar, completamente resignado le señalo al menor que se que sentara en su sitio.

— No quiero interrupciones, pequeño, siéntate aquí. —Señalo su sitio, el cual no solía usar ya que le gustaba pasearse por toda el aula cuando enseñaba.

Wei Ying ayudo a su hijo a apararse, pero el este fue solo al lugar que le asignaron, sentándose en silencio, el señor Cao lo miro un poco sorprendido, él había pensado que toda la cháchara de su alumno era una mentira para convérselo, pero al parecer era verdad, un hijo de Wei Ying no podía ser tan silencioso.

— ¿Te lo robaste? —Pregunto con seriedad, provocando la risa de todos.

— ¿Por qué todos piensan eso? —Estaba indignado.

— Porque el niño si se sabe comportar, no como tú y el perro llorón. —Luo Binghe le dio un librazo en la cabeza al más alto, Hua Cheng pateo su silla haciendo que se cayera al piso.

— Ustedes dos compórtense. —Solo dijo aquello, no iba a hacer mayor cosa para detener la pelea que estaba comenzando, estaba más que acostumbrado al desastre que ese trio hacía cada lunes y martes.

De todos sus alumnos esos tres eran los únicos caóticos, el único motivo por el que los aguantaba era que tenían talento y por mucho eran los mejores, pero eso no les quitaba los fastidiosos, pero dejo aquello a un lado para comenzar la clase, volteándose un momento y mirando hacía donde estaba Lan Yuan, el niño miraba con una sonrisa a su madre y tíos empujándose.

— ¿Cómo te llamas? —Pregunto mientras escribía algo en el pizarrón.

— Lan Yuan, un gusto y gracias por dejar que me quedara. —El señor Cao asintió, ahora si convencido totalmente de que hijo biológico de Wei Ying no era. 

— Igualmente, si te aburres puedes dibujar algo en esas hojas. —Le entrego un lápiz para que usara, el infante le agradeció con cortesía haciendo que el maestro le devolviera el gesto.

Xian-gege, Serás Mi MamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora