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Cuando Argentina despertó, lo primero que vio fue el rostro preocupado de su madre

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Cuando Argentina despertó, lo primero que vio fue el rostro preocupado de su madre.

Tardó un total de tres minutos en asumir que había pasado por un fuerte fiebre y que su mente produjo el mejor sueño de su vida.

Había soñado con UK cuidandolo. Posiblemente lo que en verdad hizo su mamá durante todo ese tiempo. Aún así, no se desilusionaba por ello, pues su mente había hecho un excelente trabajo y lo sentía tan vivido que hasta podría confundirlo con un recuerdo.

Entonces llegó el momento de volver a la realidad. Dos días después, el permiso de su madre se terminó y tuvo que volver a trabajar, sin embargo no quedó solo, porque en cuanto Uruguay se enteró, el se auto-invitó a cuidarlo por unos días.

Claro que eso no molestaba en nada a Argentina. Hasta le ponía contento tener a alguien en casa, más sí ese alguien era su mejor amigo.

Ambos desayunaron lo que Uruguay preparó, panqueques y café con leche, para después salir de su casa y esperar a que Argentina cerrará todo correctamente.

— Tengo la tarea de Lunes y Martes, después te la paso, igual los profesores dijeron que si tenías alguna duda que te acerques a preguntar — avisó Uruguay, peleando con el portón de la casa de Argentina, mientras esté cerraba la puerta. Seriamente, se conocen desde que usaban pañales y desde que tiene memoria, ese portón del demonio, no abría correctamente.

— Así no — al igual que siempre, Argentina tomó la iniciativa de ayudarlo, porque sabía que su portón era el peor enemigo de Uruguay. Bastó con hacer un poco de presión y empujar con fuerza, así el portó se abrió fácilmente. Uruguay soltó un bufido y pasó ante la seña de Argentina, agradeciendo la ayuda, para esperar a su amigo en la vereda.

Su ceño se frunció con desagrado al ver salir a UK de su casa, al mismo tiempo que Argentina terminaba de cerrar esa chatarra de portón.
Ambos cruzaron miradas, pero las reacciones fueron demasiado diferentes, hasta Uruguay se extrañó por ello.

Argentina se apresuró a saludar al ver a su tan preciado UK.

— ¡Hol- — su voz se atoró en su garganta cuando UK volteó sin ningún intención de cruzar palabras con él, como si no lo hubiera visto. La radienate sonrisa de Argentina se vio opacada por el fuerte rojo de la vergüenza, su rostro ardía por ser ignorado, pero el ni siquiera sabía cómo tomarselo. Quien sí sabía cómo tamarselo, fue Uruguay, quien se indignó por el trato a su amigo.

— ¿Que le pasa a ese imbécil maleducado? — cuestionó, gruñendo con intenciones de ir e interrogar a ese desgraciado que estaba bendecido con el amor de su mejor amigo y no lo apreciaba. Lastimosamente, no pudo avanzar mucho cuando Argentina ya lo estaba sosteniendo, mostrándole ese rostro tan tranquilo y amable que le obligaba a olvidar su furia.

— Está bien, Uru, debe haber tenido un mal día— explicó, con la intención de clamar al de mechas azules. Él conocía a UK, se había acostumbrado a su comportamiento luego de observarlo durante cuatro años. sabía que, a pesar de no ser cercanos, UK siempre le devolvía el saludo, al menos por educación. Algo debia de estar pasadole al mayor como para ignorarlo así, algo malo.

 ¡Marry Me! [ ᵁᵏᵃʳᵍ ]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt