29 - Storm of emotions

2.5K 110 12
                                    

Sanem

- Tú decidiste que querías la libertad de vivir tu vida a tu manera, ahora soy yo la que reclama mi libertad. Hoşçakal, adiós -

Con estas firmes palabras me muevo a un lado para pasar junto a él y me dirijo con determinación hacia el mostrador de facturación para subir mis maletas. Mi corazón late a un ritmo enloquecido, no creí que pudiera ser tan firme en mi tono y en mis palabras, pero el sufrimiento de estos últimos meses me ha cambiado profundamente, la decepción que sentí ha hecho crecer rápidamente a la ingenua niña de barrio que colgaba de sus labios.
La Sanem de hoy ha aprendido una dura lección, ha aprendido a no confiar y a anteponerse a todo y a todos.
Me tiemblan las manos al entregar los billetes y los documentos al empleado y mi mente está sumida en un torbellino de emociones y sentimientos contradictorios que se enfrentan sin tregua:

"Vino a buscarte hasta aquí".
"No puedes confiar en él".
"Dijo que sólo se engañaba a sí mismo que podía vivir sin nuestro amor".
"Te dio la espalda sin dudarlo"
"Admitió que se equivocó"
"Te hizo demasiado daño"

Es esto último lo que en última instancia es la verdad más verdadera que cualquier otra consideración, él me hirió demasiado profundamente como para considerar siquiera volver a confiar en él y luego hay otra realidad ahora a tener en cuenta, he aprendido que debo priorizarme, debo perseguir mis sueños y aspiraciones.
Mi prioridad ahora es realizarme ante todo como mujer y como profesional en un sector que me está dando enormes satisfacciones. He aceptado este nuevo reto como redactor en Hyal Etmek y esto es lo único en lo que tengo que concentrarme, esto es lo único que debe existir. Debo aprender a mantener mi pobre corazón herido alejado de toda emoción de amor que para mí ya no puede ser, no después de lo que me ha hecho.

Entrego mi equipaje y, sin girarme para mirar el lugar donde lo dejé hace un rato, me dirijo con decisión hacia el pasillo permitido sólo a los que se van, casi estoy allí cuando una mano en mi brazo me retiene una vez más. Levanto una mirada decidida, debo ser fuerte, decidida y firme en mi posición.

-Sanem, ahora mismo lo único que puedo hacer es pedirte perdón por lo que te hice, ahora que estoy viendo cómo te vas puedo entender perfectamente lo devastador que puede haber sido ver cómo se va alguien a quien quieres. Porque te quiero Sanem, ya no tengo ninguna duda de eso, siempre te he querido y tenía tanto miedo de eso, nunca había sentido un sentimiento tan poderoso y al no saber cómo vivirlo y gestionarlo, preferí huir.
Me gustaría explicarte lo que he entendido en estos meses de distancia pero me doy cuenta de que no es el lugar ni el momento, has tomado una decisión importante para ti y tu vida y no puedo hacer otra cosa que respetarla.
Estoy orgulloso de ti Sanem, siempre he estado más que convencido de que podías hacer grandes cosas y eso es lo que estás demostrando, enhorabuena por el nuevo trabajo, estoy seguro de que será otro éxito como el proyecto del que te encargaste para HXC Cosmetic.
Pero no creas que me voy a rendir tan fácilmente, esta vez no me rendiré contigo, lucharé como en última instancia siempre hiciste por nosotros.
Sanem Aydin te digo que esto no es un hoşçakal, un adiós sino un yakında görüşürüz adiós hasta pronto. Que sepas que estarás en mis pensamientos y sueños a cada momento como lo has estado desde que, justo en este aeropuerto, tomé la muy mala decisión de abandonar mi corazón y mi alma aquí en Estambul al decidir dejarte...

Lo que acaba de decir me deja sin aliento y sin poder responder, es demasiado para procesar y asimilar en los pocos minutos que tengo antes de que se cierre el embarque para mi vuelo.
Sin embargo, una vez más, una sola frase se repite sin cesar en mi mente: "Te hizo demasiado daño".
Sacudo la cabeza tratando de recuperar el control de mis emociones puestas a flor de piel por lo que acaba de decir - Fue demasiado Can, es todo lo que puedo decir, fue demasiado el dolor que me hiciste sentir, no creo que sea algo que puedas encontrar la fuerza para superar. Lo siento, pero realmente tengo que ir ahora, están a punto de abordar mi vuelo -

Paso junto a él con el corazón apretado en un vicio que se parece mucho a la misma angustia que sentí al verle hacer lo mismo meses antes. Me he movido unos pasos que su voz me llega fuerte y clara mientras dice -Que tengas un buen viaje, yakında görüşürüz nos vemos pronto Sanem, esta vez no me rendiré, es una promesa mía-.

Paso por el control que lleva a las puertas de embarque sin girarme para ver si sigue allí, no podría soportar su visión, podría sucumbir y dar la vuelta por lo que siento ahora mismo.
Maldito seas Can Divit, ¿por qué me haces esto?
¿Por qué sigues haciendo que mi corazón lata como el primer día a pesar de todo lo que me ha hecho pasar?

Entrego mi billete a la azafata que me hace un gesto para que me siente y me dirija al avión que me espera, camino con decisión convencido de que puedo y debo resistir pero al final, justo antes de cruzar la puerta del pasillo que me llevará a mi avión tengo que hacerlo, tengo que girarme y mirarle. Y ahí está, de pie exactamente donde lo dejé, me mira con intensidad y cuando ve que me he dado la vuelta levanta una mano en señal silenciosa de saludo, siento que mi corazón se detiene por un momento por la violencia de las emociones que me asaltan, pero doy ese paso, ese paso que me saca de su vista y a él de la mía. Sigo caminando con determinación mientras en mi interior siento que una tormenta de emociones se desborda mientras me repito: maldito seas Can Divit, maldito seas...

Subo al avión y tomo asiento con mi corazón que no quiere volver a latir a un ritmo regular.
¿Cómo puedo seguir sufriendo así?
Cómo puede seguir reduciéndome a este estado después de todo lo que ha pasado.
Me abrocho el cinturón de seguridad y cierro los ojos, obligándome a calmarme y sobre todo a dejar de pensar en él, en sus palabras, en su mirada, en el tono aparentemente sincero de su voz. Pero sobre todo es la imagen de él levantando la mano en esa triste señal de saludo la que vuelve a mi mente y parece sofocar mi aliento con sólo pensarlo.

¿Por qué esa imagen fugaz de él me tocó tan profundamente?

¿Qué fue lo que me molestó tanto?

Tardo unos instantes en darme cuenta de que fue esa imagen suya la que me dio la conciencia, el conocimiento de que lo hice.

Lo dejé.

Me alejo de él....

El viaje del albatrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora