53 - Un día memorable

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Can

Todavía no puedo creer la suerte que tuve.
Gracias a un Mihriban desprevenido, no sólo pasé mi cumpleaños en compañía de mi Sanem, sino que conseguí que me prometiera venir a cenar conmigo.
Este día parece interminable y lleno de sorpresas totalmente inesperadas, veo a mi padre sonreír y hablar con Mihriban y parece como si, de repente, se hubiera encendido una luz totalmente nueva en sus ojos, casi como si hubiera renacido a una nueva vida.
Me alegro mucho por él, después de todo lo que ha pasado por el acoso y hostigamiento de mi madre durante los años de divorcio y luego con la larga enfermedad del último año, por fin se merece un poco de alegría y serenidad que seguro que una mujer como Mihriban le puede dar en los próximos años.

Me conmovió profundamente lo que me dijiste durante los pocos momentos que estuvimos a solas mientras Sanem y Mihriban estaban en la cocina.
Le pregunté, entre curioso y despreocupado - Así que Aziz, dime, ¿qué está pasando? ¿Quién era Mihriban para ti en el pasado? -
Me miró con una mirada llena de mil emociones en las que, sobre todo, parecía prevalecer el arrepentimiento por lo que no había habido entre ellos en el pasado.
Me puso la mano en el hombro y me contestó con voz suave: 'All Can, Mihriban lo era todo para mí y cometí el mayor error de mi vida al dejarla escapar.
Le miré sorprendido por la amargura de su tono de voz y la expresión seria de su rostro.
Y continuó: "Si crees que has encontrado el amor de tu vida, lucha con todas tus fuerzas Can, no dejes que nada ni nadie te impida estar con ella o te arrepentirás toda la vida, siempre echarás de menos una parte de ti y de tu alma y nada podrá llenar ese vacío, tenlo claro".

Sus palabras me conmovieron profundamente, sentí que lo que me decía me pertenecía más de lo que él podía imaginar. Quise responderle, tranquilizarle, porque eso es lo que hago y por lo que he venido a Ankara, pero la vuelta de Sanem a la mesa con una botella de vino espumoso me lo impidió.

He centrado mi atención en la única mujer que lo es todo para mí, ella y sólo ella es el único amor de mi vida, de esto no tengo ninguna duda, sólo Sanem puede hacer que vuelva a vivir una vida que se pueda decir que merece la pena, una vida completa en la que pueda devolver la alegría y la serenidad que sólo cuando la tenía a mi lado y en mis brazos podía experimentar.
Soy consciente de ello ahora más que nunca, y es con esta convicción arraigada en mi corazón y con gran asombro que poco después me encontré soplando las velas de una tarta que Mihriban había preparado como sorpresa para mí.
Sanem y la posibilidad de recuperar lo que fuimos es el único deseo que me siento capaz de expresar en este momento. Siento una emoción indescriptible en esos momentos mágicos y no esperados en los que, soplando las velas, levanto la mirada hacia las personas que más quiero en el mundo, mi padre y mi Sanem. No puedo resistirme y avanzo con decisión hacia ella para estrecharla entre mis brazos, escondiendo mi cara en el pliegue de su cuello y suspirando de pura felicidad.

-Doğum günün kutlu olsun, feliz cumpleaños Can-

Sus palabras me conmueven profundamente, creo que no hay duda, ella es el regalo más hermoso que me ha dado esta vida.

Alá, Alá cuánto siento que es mía cuando la tengo cerca de mí y aspiro su perfume, es mi vida y el aliento de mi corazón.
Al principio siento que se pone rígida, pero pronto un suspiro se escapa de sus labios escarlata y no dejo escapar la oportunidad de obligarla a venir a cenar conmigo. Aprovecho su buen corazón y el hecho de que hoy es mi cumpleaños para convencerla y, aunque intenta resistirse o escudarse, al final me doy cuenta de que la he obligado a aceptar.
Me parece que puedo tocar el cielo con un dedo al pensar que sólo unas horas antes me he levantado lamentando no poder verla y ahora, después de un día juntos, tengo ante mí la perspectiva de llevarla a cenar y seguir cortejándola sin ninguna vergüenza. Se deshace de mi abrazo y la sigo con la mirada mientras vuelve a sentarse y no puedo ocultar una sonrisa de satisfacción que no pasa desapercibida a juzgar por la mirada de advertencia que me lanza.

El viaje del albatrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora