"¡Prefiero morir causando una explosión!"
Para el príncipe JiMin, casarse con el Emperador de un imperio vecino era inevitable. Pero espera, ¿No era el mismo Emperador YoonGi que tenía la fama de ser despiadado? Para mantener su última pizca de dign...
Había practicado durante los últimos días para este momento, pero al mirar el deslumbrante montón de joyas, sintió que su corazón se encogía.
'¿Cuánto vale esa gema de ahí?', se preguntó. Justo cuando él miraba a su alrededor, un anillo con una gran esmeralda incrustada le llamó la atención. JiMin fijó sus ojos en el anillo.
'Debe ser eso'.
La Esmeralda de Aled. Era la pieza de joyería más famosa incluso entre los tesoros pertenecientes a la familia imperial. ¿Y cómo no sería famosa cuando fue un regalo que un Rey Elfo le hizo al Emperador fundador hace mucho tiempo, en los días en que los elfos de los bosques vagaban por el continente? Se trataba de una joya legendaria cuya historia alcanzaba para hacer una novela de 100 volúmenes.
'Y lo que debo hacer a partir de ahora es...'
JiMin sintió que se desmayaba al pensar en lo que tenía que hacer. A partir de este momento, tenía que cometer un acto insensato, que nadie se había atrevido desde la fundación del Imperio.
JiMin se estremeció violentamente, mientras YoonGi recogía la Esmeralda de Aled y la llevaba ante él. Luego habló en voz alta para que todos sus leales súbditos lo escucharan.
-"Consorte. En el momento en que te miré a los ojos, me vino a la mente esta gema, ya que tiene el mismo color que tus ojos. Tengo la intención de usarla como anillo de bodas. A partir de ahora, esto es tuyo. Ahora, dame tu mano."
JiMin hizo lo que él le pidió, así que extendió su mano. Se escucharon jadeos entre los funcionarios. La Esmeralda de Aled pertenecía a la familia imperial. Era una joya que solo se transmitía de Emperador a Emperador, ¿Pero se la iba a regalar al Consorte como anillo de bodas?
YoonGi deslizó el anillo en su dedo. Ambos formaron una hermosa escena. Tanto que si los dos no fueran el Emperador y el Consorte, y el anillo en el dedo del doncel no fuera la Esmeralda de Aled, alguien podría haber aplaudido para que vivieran felices para siempre.
Los funcionarios dudaron si debían gritar que no debía hacer eso o vitorear. En medio de sus dudas, un valiente se adelantó como si hubiera tomado una decisión. Sin embargo, antes de que ese funcionario pudiera abrir la boca, JiMin hizo su movimiento primero.
Agarró el anillo de su dedo y se lo quitó, tras lo cual lanzó la Esmeralda de Aled al suelo con toda su fuerza.
¡Cling!
El tesoro imperial chocó contra el suelo, emitiendo un sonido claro y hermoso. Había puesto tanta fuerza en el lanzamiento, que el anillo rebotó hacia arriba con una velocidad vertiginosa, y se elevó tanto que casi alcanzó el techo. Los ojos de todos los presentes se movieron hacia arriba, hacia abajo, arriba, abajo, arriba y abajo, siguiendo la trayectoria del anillo. Luego, rebotando en el suelo por última vez, aterrizó dentro de un jarrón ornamental cercano. El jarrón se sacudió mientras se producían algunos ruidos en su interior. Fue un desenlace muy bueno.