México sabe que tiene un mal carácter. Por ello odia los conflictos. Solo que pareciera que estos le siguen como moscas. Justo ahora tiene a Rusia a su lado. Él es la clase de chico que el 96% de las veces le da la razón.
Cuando ella se molesta prefiere irse del lugar y practicar boxeo en un gimnasio de un conocido suyo.
Un buen día estaban ella, Rusia y un grupo más de países platicando en un jardín al aire libre. USA y Canadá pasan a lo lejos. USA levanta la mano a forma de saludo y México le responde del mismo modo. Rusia mira en dirección contraria algo incómodo.
-Oye Mex, ¿Cómo es que eres amiga de ese tipo?, digo es algo...especial-pregunta Chile.
-Nos conocemos de años. Además él no es como todos dicen.
-O simplemente eres demasiada ingenua.- Suelta Rusia de modo mordaz, los demás le miran.
-Aclara eso-México le mira fijamente.
-No...yo...solo digo que eres demasiado confiada.
-¿Confiada o estúpida?-varios ya comenzaban a alejarse.
-No quise decir eso, pero si tomaras otra actitud ya serias una potencia con tu territorio intacto.
Eso último le llegó a ella. Se levantó de golpe, ese acto hizo que varios se asustaran, pero solo tomo su mochila y salió del lugar. Rusia se llevó la mano a la frente.
Después de algunas llamadas Rusia le localiza en el gimnasio. Le mira sobre un cuadrilátero. Ella tira golpes al aire.
-¿Puedo practicar contigo?-México le mira de reojo.
-Si quieres-responde sin ánimo.
Rusia se quita su abrigo. México traga un poco de saliva. Su torso, aun cubierto por la camisa suelta, muestra parte de sus músculos trabajados.
Rusia se coloca frente de ella en posición. Empiezan a darse golpes suaves.
-Disculpa por lo que dije-suelta el eslavo mientras esquiva una derecha sin fuerza.
-No tienes que, eso es lo que piensas
-Sabes que no es verdad.-él siente como los golpes empiezan a tomar fuerza.
-Pero las personas en las que yo confié o sean mis amigos no son asunto tuyo.
-Claro que lo son, soy tu novio-ahora él empieza a arrojar golpes.
-Mi novio, no mi dueño. Además ¿no fuiste tú el que dijiste que no me pediste que te cuidara? Ahora yo te digo lo mismo. Sabes mejor me voy-ella se detiene. Se da la vuelta para bajarse del ring.
-Eres demasiado débil para cuidarse sola-murmura Rusia, solo que él quiso decir suave, pero no encontró la palabra adecuada.
A México le molesto el comentario. Ella no era del tipo "débil" Volteo rápido, reunió toda la fuerza en su puño y camino en dirección al eslavo. Este tenia la cabeza baja.
-Yo solo...yo solo... Es...estoy celoso.-soltó sin más. Esto hizo que ella se desequilibrara. Trato frenar su golpe, solo logrando que se desviara. Tropezó cayendo de frente, siendo atrapada por el eslavo. Por el impulso este cayó de espaldas en la lona.
-Rusia estas bien?-dice ella preocupada.
-Si*suspira dejando caer su cabeza en la lona* perdón, es solo que USA puede estar más tiempo contigo, te conoce de más tiempo. Pero sobre todo le defiendes a capa y espada. Me pone ansioso. Yo soy el que es débil.
-Ay mi galletita. USA es como es como mi hermano. el hermano que quieres matar pero no puedes porque lo quieres. Ya fuera de broma, él me ha ayudado en muchas formas. Pero tú eres el hombre de mi vida. Nunca olvides eso.-ella se acerca a la altura del rostro y le da un pequeño beso.
Rusia baja las manos a sus caderas. Continúa con el beso. Ambos voltean al escuchar la puerta abrirse.
-Mex, ya cierro... ¿quieren que los deje solos?-pregunta el joven que entraba, señalando la salida.
-Perdón Pepe, ya nos vamos.-sonríe la latina levantándose, ayuda a Rusia a pararse.
-La próxima vez déjame golpearte.-ella le da un golpecito al pecho al eslavo.
-¿acaso quieres matarme?-él se soba donde cayó el golpe.
México ríe divertida.
