21. Elemental

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Ash

Cocinamos el conejo que había cazado a la mañana, hice crecer algunos leños, y me concentré en atraer un rayo de sol para que calentara los troncos. Pero no fue eso lo que sucedió, si no que una llama comenzó a extenderse entre los troncos. Ty también se dio cuenta de esto.

No era posible que yo pudiera haber hecho eso, no había tomado ningún elemento de fuego; por lo que solo quedaba otra opcion, y esta conllevaría a un destino muy peligroso. Pero debía aceptarlo.

Era una Elemental; eso quiere decir que mi ADN está más evolucionado, dándome la capacidad de manejar los 8 Elementos. Pero eso no es complrtamente bueno; los elementales son temidos y odiados, porque al estar las distintas escencias juntas, podría generarse un desbalance entre ellas, y volverse muy peligroso. No solo para mi, si no para todo el que me rodee. Pero eso no era algo de lo que debía preocuparme en ese momento.

Comprobamos mis habilidades para no precipitarnos, pero ya estaba bastante segura de lo que era. En Agua creé una enorme bola de agua que congelé, y luego expulsé a vaya a saber dónde; en Aire, hice un pequeño remolino; en Fuego, formé una llama que crecía en la punta mi dedo índice con colores rojos, azules y amarillos; en Tierra, hice crecer una montaña de arena; en plantas, inventé una flor de pétalos azul pálido; en Animales, me transformé en un picaflor, era maravillosa la sensación de libertad que me otorgaban esas alas; en Luz, pude correr a la velocidad de esta, agarrar un rayo, y alumbrar con él; y en Oscuridad, esparcí una neblina que se extendía desde mis manos. No era tan difícil, ya que se habían activado todas las escencias, y ya podía controlarlas

Definitivamente, soy una Elemental... y no me gusta serlo. La mayor parte de los Elementales neturales están muertos, y los que no simulan no serlo, o lo son por el Agua Elemental. Se cree que los Elementales pueden descontrolarse; al suponer tal peligro, son enviados a la prisión anti-elementos, está reforzada con distintas materias para anular sus poderes. Los que van, casi nunca vuelven, y son abandonados a que se pudran allí.

Agarramos el Elem-17.0 y nos fijamos donde quedaba la salida,  vimos la señal que habíamos visto temprano. Revisamos los puntos verdes, y encontramos un punto al Este, el extremo contrario de la salida; otro punto, colina arriba, por la montaña que figura en el mapa, yendo para el Sur; dos puntos uno azul y otro verde (nosotros) a 2 Kilómetros del pie del cerro; tres puntos quietos, al Norte. De repente, desapareció uno.

- Ty, hace dos segundos habían tres puntos acá, y desapareció uno- comento angustiada

- Lo más probable es que hubiera un combate y uno hubiera muerto- dice como si fuera obvio- si mueres, desapareces del mapa.

- Si, tiene sentido

Luego, me llaman la atención ocho puntos, a unos doscientos metros de distancia nuestro, dirigiéndose hacia acá. Agarro a Ty y le muestro la pantalla.

- Tenemos que escondernos ya mismo- me susurra Ty al oído.

- Tengo una idea- le digo, y hago crecer varios árboles en dirección al Norte- Ven por aquí- sin esperar respuesta, lo tomo por la muñeca y lo llevo a una zona con algunos árboles. De la tierra hago salir algunos iguales.

- ¿Qué estas tramando?- pregunta el curioso; sabe que estoy planeando algo, me conoce muy bien.

- Ya veras, quédate a mi lado- lo tiro y lo pongo atrás mío. Creo otro árbol como los otros alrededor nuestro, haciendo que quedemos apretados. Por un lado era gracioso, éramos como un sándwich, corteza, Ty, yo, corteza= pan, jamón, queso, pan.

- ¡Qué buena idea!- dice Ty detrás de mí. Su aliento tibio, sopla en mi cuello y hace que me ponga nerviosa. Su corazón late rápido contra mi espalda, al mismo tiempo qué el mío.

Los 8 elementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora