ღ Capítulo 10 ღ

1K 152 5
                                    

[Link al post original del dibujo ♡ https://twitter

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

[Link al post original del dibujo ♡ https://twitter.com/Luzue_/status/1392192205398450177] 

______________________

El corto silencio que se había producido entre Viktor y aquella mujer mayor, se vio interrumpido por la presencia de Horacio, quien, de pie tras ellos, inquirió con una ceja alzada —¿Qué tanto están secreteando? —

El peligris volteó de inmediato al oír su voz, sintiendo el nerviosismo recorrer su cuerpo una vez más al verle. Aquello fue percibido por el moreno, que sonriendo decidió sacarle de allí.

—Ven, quiero mostrarte el campo de tiros—

La muñeca de Volkov fue rodeada por la mano del arquero, quien con entusiasmo tiró de él para mostrarle el camino, avanzando a paso rápido entre los árboles y la espesa vegetación. Apenas llegaron se pudo apreciar un sitio plano con césped, rodeado más árboles en cuyos troncos había discos de puntería. —Increíble...— susurró el peligris, ensimismado en la magia que emanaba aquel oculto lugar.

—¿Quieres intentar? — preguntó Horacio, sacando de su bolsillo una pequeña manzana verde y mordiéndola.

—N-no lo creo, dudo ser muy bueno en esto—

—Vamos, sé que lo harás bien, sólo diviértete—

Con una confiada sonrisa, el arquero lanzó al aire su manzana mordida, alcanzando unos tres metros de altura. Apenas comenzaba a descender, posicionó su arco y flecha a gran velocidad, liberando la afilada vara y atravesando el fruto por la mitad aún en el aire. Mayor fue el asombro de Volkov al notar que la flecha además había llegado al centro de un disco de puntería parcialmente oculto entre las ramas, el cual recién alcanzaba a ver. Un jadeo sorprendido escapó de su boca, haciendo reír a Horacio.

—No tienes que hacer eso, sólo lanza la flecha y disfruta— La suave voz del moreno le instaba a intentarlo, mientras colocaba el arco en sus manos y le entregaba una nueva flecha. —Primero necesitas una postura correcta, en un pie apoyas tu peso, y el otro te da estabilidad—

Obedeciendo, Viktor se posicionó, sintiendo el tacto del moreno sobre su cuerpo, pues iba corrigiendo pequeños detalles. Tonto se sintió al percibir sus mejillas ardiendo ante esto, pese a que no parecía haber una doble intención por parte de Horacio. Con calma y paciencia el de cresta le ayudó a tomar correctamente los elementos y a alinear su cuerpo, notando que sus nudillos estaban blancos de lo fuerte que sostenía el arco. —Vik...relaja el agarre— susurró en su oído, debilitando incluso sus piernas.

—Sin cambiar de posición, quita la tensión de tus músculos— continuó, notando que su voz lograba calmar al peligris, además de obtener interesantes reacciones, como el sonrojo en sus mejillas. Disfrutaría de molestarle un poco. Viktor le sintió de pie detrás suyo, con sus labios pegados a su oído casi ronroneando cada palabra —Sostenlo con delicadeza, deja que tus manos acaricien el arma— las yemas de sus dedos rozaban las pálidas venas que resaltaban de los brazos del ruso, sobresaltándole.

Con la respiración agitada y el corazón latiendo desbocado, Volkov intentaba concentrarse, odiando darse cuenta de lo rápido que reaccionaba su propio cuerpo ante las pequeñas incitaciones de Horacio. Queriendo finalizar de prisa con todo, tensó la cuerda apuntando a su objetivo, dejando ir la flecha casi por instinto. Un ruido seco le hizo notar que ésta había aterrizado en el borde del disco de puntería. —¡Hey, eso estuvo muy bien! — Le alentó el moreno con sinceridad.

—¿Ocurre algo? ¿Estás bien? — se apresuró a preguntar entonces, viendo que Volkov no se movía de su lugar. Horacio le rodeó, quedando frente a frente ante el peligris, quien volvió a evitarle para no ser visto de esa manera, pues seguía bajo los efectos de su tacto y su voz.

Acelerando sus pasos, Viktor intentó perderle entre el bosque, pero fue tomado de su camisa y apoyado con fuerza contra el tronco de un árbol. En vano intentó empujarle para liberarse, sucumbiendo una vez más ante él. Aprisionado, no tuvo más remedio que mirar al arquero, quien jadeó al observar sus dilatadas pupilas y el encendido brillo en sus ojos. Cual volcanes a punto de estallar, ambos sentían el ardor de la lava burbujear en su interior, ansiosos por más cercanía.

Horacio empuñó aún más sus falanges sobre la camisa del peligris. El fuego en su bicolor mirada lograba quemarle deliciosamente. Tiró de su prenda acercándole, hirviendo con ansias. Sus respiraciones se mezclaban. —Hazlo— gruñó sobre sus labios.

🐺🏹• Cuídame  • Volkacio AU [Terminada]Where stories live. Discover now