-𝒟𝐸𝒮𝒟𝐸 𝐿𝒜𝒮 𝒮𝒪𝑀𝐵𝑅𝒜𝒮 -

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Nos empezamos a reír mientras caminábamos al castillo, al llegar nos cambiamos y nos sentamos en la mesa de Revenclaw, pasó la cena muy tranquila aún que podía notar a Draco un poco preocupado ya que no comió nada, tampoco vi a Potter en toda la cena hasta que llegó con luna y su nariz rota y por la forma en que miraba a Draco supe fue él a un que se lo merecía desde hace mucho tiempo.

Después Dumbledore habló sobre por qué nos revisaron la seguridad, Tom Ryddle, bla, bla, bla, la verdad no le puse atención ya que yo sabía que él presentía algo.

Después de la cena nos mandó a nuestros dormitorios, al día siguiente las clases fueron normales aún que he de admitir que extrañe mucho estar aquí, tras semanas pasaron muy rápido deje que Draco estuviera tranquilo ya que no lo quería presionar con el tema ya que sabía que tenía miedo.

Quedé con Draco en ir a la sala de menesteres para ver el armario y ayudarlo un poco, al llegar me paré frente a la pared que me dijo y se formó una puerta dejando me ver un lugar lleno de montañas de cosas.

- ¡Draco! Draco estás aquí? -Dije en un susurro.

- ¡aquí al fondo! -Caminé al fin do del lugar, donde me encontré con el frente al armario.

- ¿Es este?-Pregunte.

-Si este es...

-Woo.. puedo jurar que mi madre tenía uno igual y no me dejaba hacer carne mucho a él cuando estaba pequeña, pero bueno ¿en qué te puedo ayudar?

- ¿Te gusta leer?

- ¿si por qué?

-Necesito que me ayudes a leer estos libros-dijo mientras ponía los libros en una mesa- tú la mitad y yo la otra!

-ok y ¿Qué debo buscar?

-Algún hechizo que nos ayude a cómo reparar el armario.

-Bien entonces deja empiezo

Nos la pasamos toda la noche leyendo hasta que decidimos ir a descansar, al llegar a la sala común de Revenclaw subí directo a mi cuarto y gracias a Merlín estados ya estaban dormidas, me cambié y me acosté a dormir.

Las semanas pasaron y yo me pasaba leyendo los libros que me dio Draco para poderlo ayudar, mientras él practicaba con algunos hechos, todas las noches íbamos a reparar ese armario que me estaba volviendo loca, me encontraba caminando por un pasillo cuando llegaron las a migas de Luciana.

- ¡Oye lucí¡¿bienes con nosotras a Hogsmeade?-Pregunto Lilia

-Di que sí, hace mucho no pasamos tiempo juntas-Chillo Emma.

-Ok, pero antes tengo que dejar esto en el cuarto y a reglarme.

-Entonces té vemos en 15 en la entrada.

Yo hace asentí y las niñas se fueron, deje los libros me cambie y fui a la sala de menesteres, donde se encontraba Draco.

- ¡Draco! -Entre gritando.

- ¡T/N! me espantaste a un no me acoplo a tu nueva forma!

-Lo siento solo vengo a decirte que ya dejaron lo que me pediste en el lugar acordado ¿estás seguro de que lo quieres hacer?

-Si, así será la forma en que podré matarlo sin exponerme.

-bien cualquier cosa que suceda estaré cerca de ti vale.

-Si ¿con quién iras?

-Con las amigas de Luciana-voltee los ojos- al parecer las tienes en bobadas.

-Qué quieres que te diga, soy un Malfoy.

-Si como digas, me tengo que ir vale te veo en la noche.

Ya estábamos las amigas de Luciana sentadas en las tres escobas platicando de sus boberías cuando veo que Draco y Harry cruzan miradas a lo que supongo que él sospecha de él.

-Miren no están guapo-dijo Emma.

-luce tan bien con ese trague negro- dijo Lilia mientras soltaba un suspiro

-Creo que cada año qué pasa me enamoro cada vez más de él.

-Cierren la boca que se les meterá un animal-dije algo molesta

-Luci nunca nos has dicho ¿Quién te gusta?

-La verdad nadie, mis padres dicen que es una distracción para mi estar en una relación y conocen a mis padres como son de estrictos.

-Eso sí, ¿pero en verdad nadie te gusta?

-No nadie me gusta.

-Miren quien está ahí es la chica Weasley- Comento Lilia.

-Es una vergüenza su familia deberían de borrarlos de los 28 sagrados-comento con desagrado Emma.

-Tranquilas sabemos que ella es una cual quiera, no tendríamos que compararnos con gente como ella.

-Lucí tiene razón -Estuve toda la tarde con estas niñas que me traen vuelta loca no me dejan en paz.

Al día siguiente me entere que la chica que Draco le dio el collar está en el hospital ya que tocó el collar que estaba maldito, al parecer el collar si estaba muy maldito, ahora más que nada tendré cuidado con lo que le pida a Bellatrix.

Por otra parte, Draco y yo encontramos el hechizo para reparar el armario y funciono bueno solo desaparecía el objeto, pero no volvía, por otra parte tenemos a Harry a tras de Draco, había veces en las que lo seguí y yo tenía que interferir pero dejo de hacerlo ya quedé se acercaba su partido más esperado.

Ese día Draco íbamos aprovechar que todos estarían en el partido para poder arreglar lo.

-Me podrías pasar al pájaro- Dijo Draco, le di al pájaro y lo metió al armario, dijo el hechizo y abrió el armario.

-y ¿bien? -pregunte.

-Nada está muerto -Se sentó frustrado en una silla ya que llevamos meses con este armario y nada.

-Ven vamos a un otro lugar.

Lo saque de la sala de menesteres y lo lleve a la torre de Astronomía y comenzamos a observar la vista maravillosa ya toda cubierta de nieve.

-y ¿Qué hacemos aquí?

-Bueno té presento mi lugar favorito, aquí venía después de que Potter me molestaba, y se volvió mi lugar seguro...

-Ahora se dónde te escondías.

-Si, es un buen lugar para despejar la mente.

-y ¿a dónde iras estas vacaciones?

-No se Bellatrix me dijo que ella saldría en navidad a no sé dónde, a lo mejor las paso con Narcissa y con tigo.

-No creo que pases una bonita navidad con nosotros ya que con lo que está pasando...ni ganas de festejar tengo.

-No creo que sea tan malo como las que yo he pasado...

-¿como? ¿No has celebrado navidad con Sirius?

-No desde que mi mamá murió no e vuelto a celebrar Navidad, fin de año, ni mi cumpleaños, Sirius en esas fiestas antes de que lo metieran a azkaban se las pasaba con ellos y yo me quedaba sola con Kreacher que intentaba que yo la pasara bien....

-Perdón no debí preguntarte...

-No te preocupes, sé que él no me quiere como yo a él y eso no me afecta para nada es algo que solo quiero olvidar, bueno que tengas una bonita noche, adiós

Al llegar a la habitación tomé de mi baúl la foto de mi mamá conmigo, la observé por unos mitos hasta que sentí unas lágrimas que bajaban por mi rostro la extraño demasiado.