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No hay marcha atrás... es lo único que pasaba por mi mente después de lo de esta tarde, me encontraba en mi cuarto, recostada en mi cama analizando todo lo que paso hace horas atrás, a un que... tengo una pregunta que no deja de rondar en mi cabeza... ¿Por qué no pienso las cosas antes  de actuar?

No se cuánto tiempo he pasado en mi cuarto encerrada, observo por el gran ventanal de mi cuarto, la oscura noche con la luz de la luna alumbraba el lugar, al parecer era pasa de media noche, me encontraba alistándome para hacer una visita importante, y poner una respuesta coherente a estas dudas que tengo, me encontraba bajando las escaleras de la mansión con mucho cuidado y sin que nadie me viera, al salir completamente de la mansión, hice una pequeña aparición para encontrarme enfrente del lugar dónde creía estar a salvo, camine hacia el gran castillo el cual se encontraba oscuro, bueno... con un poco de luz que la luna destellaba sobre todo el lugar, camine por esos enormes pasillos recordando a esa pequeña niña que antes vivía en mí, esa pequeña niña que soñaba en volver a ver a su padre,  que fue invisible para todos, asta que supieron la su puesta maldad de su padre, cada pasillo que pasaba venían recuerdos a mi mente, algunos buenos y otros malos.

Me encontraba subiendo unos escalones que me llevarían al lugar donde se encontraba una persona que podría ayudarme con lo que anhelaba saber, al llegar al último escalón me encontré frente, afrente con una puerta de madera, la cual medaba paso a ese salón que un día dude si volvería a pisar.

Llame a la puerta con tres golpes, esperando que la persona que se encontraba atrás de esta puerta pudiera escucharme, pasaron un parde minutos la puerta se abrió sola de par a par, mostrándome un salón completamente oscuro con poca luz iluminado, una bola de cristal enfrente de este salón, decidí entrar sin apartar la mirada de esa bola de cristal.

-Me alegra volverla haber- dije para llamar la atención de la persona que se encontraba a mi lado izquierdo justamente atrás de mi- profesora Trelawney -dije mientras daba media vuelta para mirar a la profesora, la cual me miraba atentamente desde su lugar con sus enormes anteojos.

- ¿En qué puedo ayudarla en esta noche? - dijo mientras me analizaba seriamente, mientras caminaba hacia su escritorio donde se encontraba esa bola de cristal.

-Por favor, profesora, hay que dejar de lado la formalidad -dije mientras tomaba asiento en uno de los bancos que se encontraba en el salón- soy T/N Black, mejor dicho, T/N Ryddle – al terminar de decir el apellido Ryddle la cara de la profesora cambio instantáneamente a una de terror- lo que quiero profesora es que me ayude, vera necesito una predicción y saber sobre una profecía.

- ¿Co...como...el...futuro? -tartamudeo un poco mientras tomaba asiento frente a mi- debes de saber que...yo... tengo prohibido por el... ministerio...

-Lo sé muy bien profesora, pero el ministerio que conocíamos antes ya no existe, desapareció desde que el señor tenebroso tomo el poder -hable- así que esa regla para usted queda anulada y bueno si quiere una autorización, yo le autorizo que lo haga, soy la mano derecha del nuevo ministro y como tal tengo el poder de autorizar lo que sea bueno para todos -dije mientras cruzaba mis brazos y la miraba fijamente, ella dudo un poco sobre lo que dije hasta que, se levantó de su lugar y camino con dirección hacia su gran armario, donde se encontraban las horrendas tazas de té que nos daba para poder leer los restos de té.

Al parecer no encontraba lo que buscaba por qué regreso con las manos vacías a su lugar.

-Yo... no...puedo...no tengo lo que necesito para esos casos...-dijo en un susurro de voz- tendré que conseguirlos y....

- ¿no los tiene? o ¿tiene miedo de hacerlo? - la interrumpí- Vera profesora por algo el antiguo profesor Dumbledore la contrato, hace aproximadamente 16 años- dije- usted creo la profecía del niño que sobrevivió -hice una pausa y continué- profesora lo que yo le pido no son órdenes del señor tenebroso sino son por mi... -Al parecer al terminar de decir que yo misma pedí su ayuda de relajó un poco.

-𝒟𝐸𝒮𝒟𝐸 𝐿𝒜𝒮 𝒮𝒪𝑀𝐵𝑅𝒜𝒮 -Where stories live. Discover now