Blanco Y Negro

06.Aniversario escolar Parte 2

Capitulo :VI

      ZIA  AVERY

 El resto de la mañana se pasó rápido, me entretuve en ver cómo se conformaban para ser uno mismo dentro de la piscina. A eso le llamaba un gran equipo. Farah no asomo sus luces, debido a que había acaparado toda la atención de Alex, se ofreció desinteresadamente en ser su guía esta semana.

Guiñó, guiñó por mi amiga

Cuando menos lo esperé ya me encontraba en la casa, mi papá seguía en el Hospital y Dorotea se acababa de ir con el chef sexy de su novio, no me malinterpreten, pero era de admitirse que el tipo no estaba nada mal.

Subí a mi habitación como eso de las 7:30 p.m. para poder ver lo del asunto de mi celular. Con la mirada busqué mi computadora, pero no estaba a simple vista.

Tardé aproximadamente unos veinte minutos buscándola, una vez en mis manos la coloqué sobre mi escritorio, parecía que no quería cooperar conmigo.​No tenía pila y el cargador se encontraba extraviado

Deje pasar unos cuantos minutos para encenderla, cuando estaba a punto de ingresar la contraseña, el timbre sonó; no tenía ni la más remota idea de quién podía ser, los chicos estaban cansadísimos y Farah no había mandado señales de humo desde que nos vimos en la escuela. No era probable que se apareciera a esta hora.

Comencé a bajar los escalones sin ganas alguna, pero el timbre era insistente. Parecía que quien lo tocaba era alguien muy desesperado o tenía prisa.

Tomé el pomo de la puerta principal, justo cuando la abrí me recibió la brisa de la lluvia. Ni siquiera había notado que se encontraba lloviendo desde hace un buen rato por lo visto.

-¡Hey! - grité a la persona que se estaba alejando de la casa, alcé un poco a poco la voz hasta que se detuvo en seco.

Se giró y comenzó a caminar hacia mí. Por la fuerte lluvia no distinguía bien la figura, pero de lo que estaba segura es que era la complexión un hombre.

Apresuró sus pasos hasta que llego a la altura del porche en donde se podría resguardar de la lluvia.

-Ten tu celular - Peter, declaró. -, lo encontré en la escuela.

-G-Gracias- articulé un poco desconcertada. -, ¿Cómo supiste que es el mío?

-No es nada, - metió sus manos a las bolsas delanteras de su pantalón, para después encogerse de hombros - tu nombre está en la funda y además tu fondo -rodó los ojos - Te lo iba a dar mañana, pero me quedaba de paso tu casa.

Le dediqué una sonrisa, estaba por abrir la boca cuando escuché el rugido de su estómago.

-Me tengo que ir - informó.

-Aguarda, ¿Quieres entrar? En lo que acaba la lluvia, está muy fuerte como para que conduzcas a casa. - Lo vi directamente a los ojos - Estaba por prepararme algo de cenar. - mentí, era lo mínimo que podía hacer por él.

Hice un movimiento con el brazo, para invitarlo adentro. Sin decir nada entro y caminamos a un salón de la casa.

-Voy a traerte una toalla.

Asintió con la cabeza.

Salí a pasos gigantescos, no quería subir, así que rogaba mucho porque una se encontrara en el cuarto de lavado, abrí la puerta y era lo primero que estaba a mi vista.

Tomé una, olía de maravilla. Era una mezcla de lavanda con un ligero toque de algún cítrico.

Al llegar con él, observé que tenía un cuadro blanco vintage entre sus manos.

Conocía ese portarretrato, esa foto era mía.

-Toma - le tendí la toalla.

-Gracias.

-Iré a la cocina.

Me siguió en silencio, se acomodó de tras del mesón de mármol color gris.

-¿Se te antoja algo en especial?

-Lo que se te haga más fácil, solo no trates de intoxicarme. -me guiñó el ojo.

Nota de la Autora: Hola, Ciao!, Hello!,Yassou!.

He decidido dividir el capítulo en dos partes, evitando que se convierta en algo muy tedioso en leer.

Espero que lo disfruten, no se olviden de comentar y dejar su voto.

Nos vemos el próximo domingo.

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Con amor: Irene G. Espinosa