09.El permiso

17 6 2
                                    

Capítulo: IX

ZIA AVERY

—Si tú vas claro que me darán permiso. –Habló a través del iPad.

—Mi papá no me dará permiso, mañana tenemos clases. -Volteé la cámara enfocando a mi padre.

—Por favor Zia. - Junto sus manos en forma de súplica.

Vi cómo se levantó de la cama y bajó los escalones corriendo para llegar a la sala de su casa, cogió el teléfono fijo y comenzó a marcar unos números.

Mientras ella esperaba a que le respondieran, dejé el iPad en el mesón de la cocina para sacar la caja de jugo cuando escuché.

—Doctor Avery, Buenas noches ¿Le puede dar permiso a mi amiga salir conmigo en una hora?

Se me olvidaba que nunca aceptaba un NO por respuesta.

— Claro, antes de las 12. -Ajam murmuro mientras tocaba su cabello. — Iremos con nuestros nuevos amigos. Gracias que tenga una linda noche. —Dejo ver una sonrisa de victoria. — Paso por ti en 50 minutos.

Dando la llamada por terminada se abrió la puerta de la cocina.

—Me pudiste haber pedido permiso tu misma. — Sugirió mi padre mientras se acercaba al mesón.

—Ya sabes cómo es, me iré a cambiar. — Me acerqué a su mejilla y le di un beso.

Subí a mi habitación, me di un baño rápido -No podía salir de la casa sin darme una ducha-. Busqué en mi armario algo que fuera casual y cómodo a la vez, así que tomé lo primero que encontré; una blusa negra con un estampado y un pantalón azul claro.

Vi la hora por curiosidad y el plazo de tiempo ya estaba por acabarse, en ese momento llegó un mensaje.

Farah: Ya vamos a tu casa.

Farah: Trae un abrigo, el clima es fresco. ;)

Zia: Vale ;)

Al poner un pie en el balcón pude notar el cambio drástico de temperatura, en la mañana teníamos un clima que hacía parecer que estábamos en el mismo infierno, sin embargo, no era momento de sacar los abrigos grandes.

Saque del closet algo ligero, un cárdigan de color gris oscuro que hacía juego con mis tenis.

El sonido de una notificación me hizo volver a revisar mi celular.

Farah: En cinco minutos estamos en tu casa, para que estés abajo.

La puerta de la habitación de mi padre estaba entre abierta, se podía ver que su televisor se encontraba encendido.

— Nos vemos más tarde papá — Asomé mi cabeza desde la puerta.

— Claro cariño, cuídate. Cualquier cosa me llamas, tendré el celular cerca.

Le dediqué una sonrisa de labios cerrados.

—¿Necesitas dinero?

— Nop aún tengo — Levanté mi bolso.

El timbre sonó y mi celular volvió a vibrar.

— Ya me voy, Te amo.

Al abrir la puerta esperaba ver a Farah, en su lugar estaba Peter, con un cigarro entre sus labios, con unos pasos ligeros entró a la casa.

— Apaga eso.

— Devuélvemelo - Demandó, mientras intentaba quitármelo de las manos.

— No, vas a apestar todo y si mi papá baja me va a matar.

Blanco Y NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora