Capitulo 6

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"Maldito loco"

Adira.

Me despierto alterada, siento que no he dormido ni un poco y no entiendo nada. Cojo mi móvil y veo la hora.

- ¡Son las 7:30 de la mañana!- me levanto de golpe y casi me voy de narices al piso.

Se supone que debo estar a las 8 en la sede. Hoy es mi primer día de reingreso, no puedo llegar tarde.

No voy a llegar a tiempo pero intento apresurarme lo más rápido posible. Salgo de la habitación cuando ya estoy lista y no hay nadie en la sala.

El maldito de Luke se fue temprano y ni siquiera me despertó, ganas de asesinarlo no me faltan.

Una lo deja dormir en su casa y así le pagan, usó las llaves el mismo para abrir el garaje.

Las llaves.- pienso.

No las encuentro y no puedo abrir el garaje para salir. Tampoco tengo las llaves de la puerta principal.

- ¿A caso este hombre se llevó mis llaves?- me quiero matar.

Seguro se las llevó para no dejar abierto el garaje, quiero creer. Voy en busca de las copias que tengo en el cajón de mi habitación, pero tardo lo que parece una eternidad porque la copia es una llave manual y por ende debo subir yo misma el portón para pasar con el coche, finalmente lo logro y salgo disparada en mi Range negra.

Voy como loca tocando bocina a todos los coches que se me cruzan. Llego a la sede, bajo como loca y me dirijo al comando.

- ¿Dónde estabas?- me cruzo con Cloe en el camino.- Te he llamado 20 veces.

- Larga historia.- intenta preguntar algo pero la detengo.- Y ni preguntes que tú y Jay me abandonaron anoche.

- ¿Sigues enojada? En mi defensa, iba a volver.- me asegura.- Pero le escribí a Luke y me dijo que ya te había dejado en casa.

Ese maldito.

- Por cierto, el Comandante te ha estado buscando.- que raro.- De seguro te regaña por la tardanza.

- Lo sé, iré antes de que decida enviarme a Alaska de nuevo.

Llego a la recepción y la secretaria me informa que el Comandante me lleva esperando casi media hora.

Golpeó antes de entrar y escucho la palabra "pase".

- Aquí la Teniente Kiervan.- me reporto dando el debido saludo militar.

- Llegas tarde.- no me mira, esta viendo unos papeles en su escritorio.

- Lo siento.

- ¿Es todo lo que dirás?- me mira.- Formas parte del ejército ¡Cómo pretendes servir si llegas tarde en el primer día! No se como te manejabas en Alaska, pero aquí el horario laboral se cumple.

No digo nada.

- El castigo ya lo tienes, ahora dame una excusa buena del porque tu tardanza.

¿Es broma? Sabe perfectamente que fue por su culpa que llegue tarde.

- Anoche le ofreci techo a un pobre animal y aparentemente se ha robado mis llaves.- suelto.- No podía salir de mi departamento.

No me dice nada y me acerco más a su escritorio.

- ¿Me regañas sabiendo que pudiste despertarme cuando te fuiste y no lo hiciste?- apoyo mis manos en el escritorio.- Además de que te llevaste mis llaves.

Más que un monstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora