Capítulo 31

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"El juego"

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"El juego"

Narrador omnisciente.

El juego empezaba sin que Jonathan Jones supiera porque sin darse cuenta había llevado a su gran escondite a cuatro mujeres que trabajaban con el ejército más grande de América.

Había sido un problema enterarse que sus hombres eran unos idiotas los cuales no seguían con la simple orden de no mantener contacto con el exterior.

Sin embargo no era una opción cancelar la apertura del dichoso prostíbulo, no parecía que habría ningún problema así que siguió con sus planes.

Siguió con su plan de que este negocio fuera un éxito y así demostrarle a Sebastián Smith, la persona a la que consideraba un padre, que era capaz de muchas cosas.

Estaba ansioso porque llevaba esperando este día mucho tiempo, la alegría no tardo en llegar cuando vio su propiedad en perfectas condiciones, al final Eva Rodriguez había logrado deslumbrarlo, había sabido manejar la administración del lugar a la perfección, no había fallado en ninguna tarea asignada y por ello se había ganado el puesto oficial de Directeur Principal sería ella quien estuviera a cargo de dicho lugar.

Jonathan bajaba de su lujuso carro, adentrándose a lo que sería su próximo negocio, el prostíbulo de California.

Vestido con un elegante traje negro y un reloj de oro que adornada su muñeca, caminaba entre los hombres que lo dejaban pasar, los invitados levantaban sus copas a modo de salud y brindaban por el, miéntras disfrutaban del espectáculo que les daban las mujered que el mismo había mandado a tomar de rehenes.

Había de todo tipo de mujeres, las que habían acudido a él con tal de tener un poco de droga, mujeres desesperadas que necesitaban dinero, otras a las cuales simplemente eligió por tener belleza, y algunas hijas o hermanas de personas importantes a las que tomó de rehenes solo para demostrar que tiene el poder de hacer lo que quisiera.

Por supuesto que a todas se les daria un poco de dinero, dinero que podian usar para comprar vestidos o joyas, adquirir a cirugías o cualquier tipo de cosa que necesitarán para seguir sirviendo al prostíbulo, y si tenían suerte el dinero les alcanzaría para comprar droga o incluso transferirselo a algún familiar en caso de tenerlo.

Lo interesante de esto, es que una vez dentro ninguna podría librarse de las garras de Jonathan, llevaba años trabajando así, teniendo miles de prostíbulos y de negocios centrados en la trata de blanca. Pero esta era la primera vez que lo hacía sin ayuda de Smith.

El lugar estaba totalmente vigilado, pero el área más concurrido era la sección del bar y las habitaciones. La mejor seguridad para los clientes.

Mientras Jonathan se sentaba a observar el espectáculo que le daban las mujeres en el escenario, el ejercito de la ASPA estaba en camino, luego de haber apresando a todos los involucrados en el Club de apuestas que Jonathan tenía en Colombia, y a su vez emitiendo orden de captura para los políticos que habían colaborado con el mafioso.

Más que un monstruoWhere stories live. Discover now