⊱ᴇsᴄᴇɴᴀʀɪᴏs ᴀɴᴅ ᴍᴏʀᴇ.•:｡✩

•Me lo pensaré•

«🅴🆂🅲🅴🅽🅰🆁🅸🅾»

Un día común y corriente, la adorable pareja de albinos se hallaban dentro casa de la femenina con un único propósito. Lograr que Lothar pase la prueba de fuego contra la madre de Mirabella, en busca de su bendición para pode salir con su hija.

Aquel joven ya le había dedicado un discurso completo, el típico que da un caballero para pedir la mano de su princesa al tirando rey esperando así poder aplacar el corazón de la señora que ahora se encuentra parada frente a ellos más regia que señal de transito, lastimosamente, ni si expresión amarga pudieron remover.

—Y por eso, mi señora. Me doy el honor de declararme acto para pedir el consentimien-

—¡¡Suficiente!! —Al grito de la mujer, Lothar cierra su boca y aquellos brillitos que destellaban de la mirada de Mirabella gracias a las dulces palabras de su novio se apagaron cual vela en lluvia— ¿Ves el formulario sobre la mesa? Llénalo de la A a la Z y me la pienso. 

—Madre, no es nece. . . —Con el alego de su hija, aquella mujer la volteo a ver con fuego frío en su mirada. "Callada y soltera te ves más bonita". Fue lo que comunicó para sellarla por completo.

—Con permiso. —Lothar sin mostrar debilidad hacia la intimidación de la suegra, con toda paciencia del mundo y toma asiento en el comedor tomando el lápiz y papel para comenzar a llenar todas y cada una de la exigencias que allí dictaban, incluyendo información personal innecesaria.   

¿Cuanto le calzaba el pie? ¿Su marca de shampoo? Si influía en algo o no era lo menos importante aunque eso no le quitaba lo extraño.

—Todo está completado. —Después de un par de horas, el chico de pone de pie con todo listo para entregar.

—¿Contestaste la parte de atrás? —Pregunta la señora.

—Así es.

—¿Las letras pequeñas?

—También.

—¿La clausula dentro del capitulo tres párrafo cuatro abajo de las faltas y derechos?

—Por supuesto.

—¿El nombre?

—. . . Fue lo primero. . .

—¿Por qué tardaste en contestar?

—¡Madre! —Dando un llamado a su progenitora, Mira se incorpora con postura y voltea a seño fruncido— Ya respondió todo a detalle.

—No decidas tu vida por mí. —Responde frivolamente para pasar su mirada al chico— Suficiente. Puedes retirarte y darme espacio para considerarte.

—Gracias por haberme recibido. Espero ser considerado verdaderamente digno del corazón de su hermosa hija y así poder-

—Suficientes declaraciones baratas. El amor no es quien deberá decidir algo como esto. —Señala la puerta indicando la salida en tanto se sienta con los papeles en la mano y su teléfono celular en el otro.

Dando las buenas noches, Lothar hace lo ordenado y desaparece de la sala no sin antes hacerle una reverencia discreta a Mirabella para calmarla, mientras que ella se limita a responderle de la misma forma.

—Esto. . . Madre, Lothar es. . . —Tratando de hablar, es interrumpida abruptamente.

—Silencio. —Tecleando de forma rápida sobre su teléfono, marca un número u coloca el aparato en su oreja—  ¿hola? ¿Si? Brayan Stive, Mario Hugo, les tengo un trabajito para hoy en a media noche. Ajá si. . . Un niño bonito de pelo blanco, ojos carmín, estatura promedio de nombre Lothar y apellido Dietrich. . .

Con los ojos puestos sobre los papeles, lee en voz alta la primera información escrita para que logren identificarlo. Mientras que Mirabella se esfuerza por no pegar el grito en el cielo al presenciar todo lo sucedido.

—¿¡Para eso era la información!? Mamá, ya te lo dijo, ya te lo dije y te lo vuelvo a decir.

—Shhh. Has silen-

—Lothar es la mejor persona con la que te vas a poder encontrar en todo esta existencia. No tiene pecado, no tiene injuria, ni dejará mancha a menos que sea para salvar a quien su corazón le dicta protejer. Es como un caballero sacado del mejor libro que tu cabeza puede recordar. Es dulce pero valiente, un ser capaz de sacrificarlo todo menos lo que es. Aparte de ustedes, mis padres, es único residente dentro de mis pensamientos digno de blandir mi vida en sus manos. . .

—¿Entonces si? Claro, gracias. —Aun con el celular en la oreja, la mujer voltea hacia su hija negando sus palabras y suspirando al cielo— Adolecentes. . . En fin ¿para las 11:00 ya está? Excelente. Como no, otro niñato de nariz linda que le viene con su poesía de Magoogle a Mirabella. Ay cariño, sirve más soltera que al lado de un-

De la nada, sus ojos se quedan enganchados en la cuarta hoja de información familiar. Un sonrisa sarcástica de pinta en su maquillado rostro— Bella, amor mío. ¿Es un "Dietrich" o un. . . "Dietrich Dietrich"?

Sin comprender, aguarda su furia y responde— Es Dietrich. Eh. . . Creo que solo existe una familia con ese apellido, pero ¿qué es tan imporante? Madre.

—¿¡Es un maldito noble y tú con la boca cerrada todo este tiempo!? —En desesperación, quita el teléfono ya colgado de su oreja y comienza a marcar con torpeza de nuevo— ¡¡Brayan Stive, Mario Hugo!! ¡abortar misión! Repito ¡¡ABORTAR MISIÓN!! Me lo voy a pensar de verdad esta vez.

La doña Miranda luego de leer el estatus de la familia de Lothar:

Mirabella y su madre Miranda son propiedad de: Liar-28