•Largas Eternidades•

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«🅴🆂🅲🅴🅽🅰🆁🅸🅾»

Mira, está lloviendo.

Aquella frase pareció irse con las leves brisas que acompañaban las suaves gotas que a medida que pasaban los minutos iban aumentando. Aquella amena conversación que mantenían ambos muñecos seso al combas de los golpeteos del agua cayendo en el techo y suelo de la escuela, trayendo consigo un aire de melancolía.

Ambos pares de ojos miraron como las nubes inundaban el cielo desde un margen de distancia seguro, estando en la entrada de uno de los patios de la escuela al seguir el recorrido de la más baja para explorar las áreas verdes del internado tras mirar las aulas.

El más alto de ambos cerro los ojos pensando en que hacer a continuación, pues recientemente habían pegado partes del cuerpo de Kayla y temía que el agua pudiera aflojar el pegamento— Deberíamos quedarnos por aquí un poco más, por lo menos hasta que la lluvia se detenga. —Habló por fin el muñeco nigromante luego de abrir sus ojos y mirar caer la lluvia frente ellos— Una vez deje de llover te dejaré en la Mistery Shop, después de todo en unas horas va a amanecer.

No hubo una respuesta por parte de la "menor", cosa que llamó la atención de Neima que desvío su vista en dirección a la más baja al no notar alguna reacción a sus palabras ¿Quizás no lo escucho por el ruido de la precipitación? Esa fue su hipótesis antes de escuchar la voz contraria.

Neima, ¿Tú que harías si todas las personas que tú amas se van y te dejen atrás? —Casi forma tajante habló la pequeña, esta vez siendo ella la que volteo a mirar a su "mayor".

Tal vez las capacidades de su cuerpo no lo dejaban ver en su expresión, pero ese comentario de la de cabellos lilas dejó consternado al masculino, sin entender el motivo de esa pregunta tan repentina.

¿A qué viene esa pregunta? ¿Acaso algún estudiante te dijo algo? —Ese fue el primer pensamiento del moreno, cosa que lo molesto de sobremanera al pensar que algún idiota pudo decirle algo así a la más baja. Más su rabia se esfumó instantáneamente para ser remplazada con duda al ver negar a Kayla.

No es eso. —Volvió a negar.

¿Entonces?

Nuevamente reino el silencio entre ambos, siendo el único sonido a su alrededor el danzar del viento y la lluvia que parecía aumentar su potencia a medida que pasaban los minutos.

Es solo... A veces pienso en el tiempo. —Empezó de a poco la muñeca enfocando su vista en el suelo, en los pequeños caminos de agua que se formaban cerca de sus pies— Todos van avanzando, haciéndose mayores y creciendo. Ayer fue el cumpleaños de Quesita y no pude evitar pensar que ella junto a los demás están creciendo.

Su voz seguía siendo monótona, pero el movimiento de sus manos mientras iba continuando su diatriba daba a entender un poco de su pesar. El estudiante de Ramshackle permaneció callado en espera a que continuase.

Entonces, eso me hizo recordar no son eternos, que tanto Sam como Quesita, Bastet, Yassir y todos aquellos cercanos a mí van a dejar este mundo ya sea tarde o temprano.

*Crack*

El pequeño crujido alarmó a Neima quien se apresuró en agacharse frente a Kayla para apartar sus manos la una de la otra rápidamente, pues la presión que ejerció la muñeca en su agarre causó algunas fisuras menores entre las uniones de sus dedos. La pequeña siguió mirando al suelo, sin encontrar la fuerza para mirar a la cara al contrario, sin embargo lo sucedido no la detuvo de seguir hablando.

Ellos se iran, me dejarán atrás... Por más que pida, por más que quiera que vivan muchos años más todos se iran en algún momento...

Finalizó de contar sus preocupaciones. La lluvia antes agresiva pareció flaquear ante las declaraciones de aquella muñeca. Si muy bien Kayla estaba consciente de sus emociones y cuál era el sentimiento que la agobiaba en ese instante, su cuerpo no ayudó mucho a transmitir sus emociones. Sin embargo, eso no impidió que el de cabellos grises pudiera comprender que era aquello que la molestaba esa noche.

Nunca fue bueno con las palabras, ni para consolar a nadie. Ni siquiera sus años junto a Paulette pudieron mejorar ese aspecto de su ser y su condición como alma dentro de un recipiente tampoco le ayudaban para entenderse así mismo o a otros, pero justamente esa condición lo hizo entender por esta vez mejor que nadie las preocupaciones de Kayla y tener una mejor idea de como proseguir.

De los bolsillos de su uniforme saco un pequeño tubo de pegamento de porcelanas para tratar las fisuras en el cuerpo de la muñeca, mientras hacia su trabajo su voz resono en el casi silencio de esa escena haciendo a la de cabellos lilas alzar la mirada en su dirección.

Yo realmente no tengo una idea clara de hasta donde lleguen las capacidades de la magia de Paulette, o lo mucho que ella va a durar con vida. —Divago un poco buscando las palabras adecuadas— Pero te aseguró que mientras mi alma siga en este mundo e incluso cuando aquellos con los que has formado lazos ya no estén, no dejaré que pases una existencia solitaria... Te lo prometo como tu hermano mayor ¿entiendes?

Justo al clavo, esas eran las palabras que su hermanita necesitaba oír.

Como si de una señal se tratase las gotas de lluvia empezaron a disminuir su ritmo hasta cesar por completo, dando paso un agradable silenció entre ambos muñecos como antes de que toda esa plática saliera a flote. Neima término de arreglar las pequeñas fisuras en las uniones de sus manos y así pudo enfocarse de lleno en las actitudes de la más pequeña, para su alivio una vez soltó las manos de la contraria esta las uso para alzar sus labios en una sonrisa.

Gracias Neima.

Esta vez fue su turno de usar sus manos para regresarle la sonrisa— Para eso estoy pequeña, recuerda que para cualquier cosa puedes hablarme.

Asentimientos frenéticos por parte de la más baja fueron respuesta suficiente para el masculino, quien al percatarse de que la lluvia había parado se reincorporó para poder empezar su camino de ida a la tienda de Sam, pues su charla se había extendido más de lo que pensó y no tardaría mucho en amanecer. Más sus planes tomaron otro giro al sentir como la muñeca de porcelana tomaba su mano para guiarlo en otra dirección.

¿Podemos pasear un poco más?

Si pudiera daría una risita, pero en su lugar le siguió la corriente a su hermanita sin reprocharle o corregirla.

Claro, tú guías y allí estaré.

Y así ambos muñecos retomaron su camino por los extensos caminos de Night Raven College, caminos que anteriormente eran solitarios, pero ahora con la presencia del otro se volvieron más tolerables, incluso podría decirse que hasta disfrutables.






















































Kayla es propiedad de: AndyPanPan

⊱ᴇsᴄᴇɴᴀʀɪᴏs ᴀɴᴅ ᴍᴏʀᴇ.•:。✩Where stories live. Discover now