Día 56, 72, 75 y 104.

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Día 56

"¿Rosie?"

El sonido de zapatillas chirriantes resonó mientras la doctora caminaba apresurada a través de los pasillos del hospital, sintió la vista de unos ojos marrones familiares y rápidamente se retiró unas pocas puertas lejos de ella.

"Sigues siendo una corredora" sonrió Rosé mientras se ponía la camisa.

"¿Estás bien? ¿Qué pasa?" Jennie agarró el expediente del interno. "¿Por qué no me llamaste?"

"Estoy bien."

"Estás en un hospital" explicó Jennie.

"Sólo con un poco de dolor, pero el doctor James-"

"Wagner" interrumpió el interno.

"Correcto. El Dr. Wagner está haciendo un gran trabajo, así que voy a ir a casa."

"Vete" murmuró Jennie, haciendo que el joven doctor se inclinara ligeramente. "¡Largo!" Ella gritó sin levantar la vista del expediente. "Mirar un caso severo del corazón sin incluso avisar. Incompetente."

"Bueno, eso fue un poco duro."

"Quítate la camisa."

"Finalmente," Rosé sonrió y movió sus cejas. "Yo esperaba un lugar mejor, pero esto parece apropiado. Sé suave. Me avergüenzo fácilmente."

"Rosé, esto es serio."

"No empieces. Estoy bien. Dijo que estoy anémica. Iré a comer una hamburguesa. O mejor aún, podemos comer una hamburguesa juntas. Quitar la camisa de la otra, lo que sea."

"Solo... siéntate y deja que te dé un buen chequeo".

Podía sentir su bolsillo vibrando con la cirugía que le faltaba, pero aun así, Jennie vio a la paciente rodar los ojos y acatar la orden, sentar y esperar. Por primera vez en mucho tiempo, Jennie sintió miedo y aquel frío temblor de alivio en lo profundo de su intestino.

Día 72

La emergencia no era nada especial, o eso pensó, pero cuando Jennie se dirigió a la sala de emergencias, notó los anteojos familiares puestos en la mesa y se detuvo, sintiendo una extraña sensación de déjà vu o un temor sublime a través de su pecho, mientras su cuerpo lo sentía antes de que su cabeza reconociera lo que significaba.

El ruido de la habitación desapareció y todo lo que vio fue a una Rosé pálida en la cama con cables y manos por todas partes.

Frenéticamente, sus ojos se abrieron cuando encontraron a Jennie. Ella se veía tan débil y tan asustada, Jennie no estaba segura de qué hacer.

Ignoró las palabras de su madre, ignoró los ruidos y apartó los cabellos de la frente de Rosé antes de inclinar la cabeza contra ella.

"Vas a estar bien," susurró, acariciando la barbilla de Rosé mientras luchaba por respirar.

Jennie la besó un segundo después.

"Bueno, eso no es justo", exclamó Rosé. "Estás obligando a que mi corazón se rompa de esa forma."

"Tenemos que irnos" interrumpió la Doctora Kim.

Las manos de Rosé todavía agarraban las de Jennie. La medica sólo sonrió y asintió y la besó de nuevo.

"Te veré después" le prometió.

Su madre se paró delante de ella mientras la cama se movía hacia la cirugía. La rabia y la ira en su rostro contrajeron todas sus facciones y Jennie ni siquiera le temió, la preocupación sustituyó a cualquier otra clase de auto preservación.

"Siéntate en esa silla", señaló su madre. "Y no te muevas."

Día 75

"Hey, ¿has visto la cosa tan cool que me pusieron?" Rosé sonrió y levantó su vestimenta de su abdomen una vez más, con los tubos ahora incrustados en su cuerpo. "Soy como un ciborg."

"Es un LVAD, y no es algo por el cual estar contenta", Jennie bufó.

"¿Recuerdas cuando me besaste? ¿Podemos hacer algo más?"

"Pensé que ibas a morir."

"Bueno, esa parece una razón muy tonta para besar a alguien," Rosé le dijo. "¿Me vas a contar cómo te fue con tu madre?"

"No puedo trabajar con tu caso."

"¿Que te trae por aquí?"

Jennie rodó los ojos y besó a la paciente de nuevo. La arrastró hasta los extremos insostenibles, hasta que sus dedos sintieron el golpeteo del corazón en el pecho.

Incluso con el sonido de una garganta en la puerta, tomaron un momento más para disfrutar de la dulzura en medio de la habitación. Jennie sabía lo suficiente como para ruborizarse horriblemente cuando se encontró con los ojos de su madre.

"No te enojes con ella, Dra. J. Soy irresistible. No tenía ninguna oportunidad una vez que mi rayo láser estuvo enfocado en ella," Rosé sonrió arrogantemente en la cama. Jennie susurró un adiós antes de salir lo más rápido que pudo.

"Vas a meterla en problemas" le informó Ji Hyun a su paciente cuando empezó a revisar los sitios de implantación.

"Soy un buen tipo de problema."

Día 104

"¿Cuál es el problema?" preguntó Jennie, recostándose en la silla junto a la cama. Ella se acomodó y bostezó, dejando que su sien descansara sobre sus nudillos mientras miraba fijamente a la chica en la cama.

"Nada."

"Está bien."

El silencio continuó y Jennie dejó que sus ojos se posaran en la televisión por un momento antes de regresar a Rosé. Su cuerpo se hizo más magro, más esquelético con la inactividad y el reposo en la cama, lo que le hizo perder el espíritu que habitualmente perseguía su cuerpo.

"Háblame", susurró ella.

"Estoy bien."

"No, no lo estas."

Rosé tragó saliva antes de cerrar los ojos y apoyarse en las almohadas. Jennie observó cómo su pecho subía y bajaba.

"No estoy segura de cuánto tiempo más puedo hacer esto."

Jennie se subió a la cama con ella y respiró el olor de su piel.

heart [chaennie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora