Aceptada [Descendientes Ben y Tu]

La Coronación pt. 5

Narra T/N

Al momento que Maléfica se puso frente a nosotros, Mal me arrebató la varita y se puso frente a todos, no tenía la varita de manera amenazadora, pero tampoco la sujetaba sin fuerza.

-No te quiero aquí madre -dijo Mal mientras veía a Maléfica, ella, Evie, Jay y Carlos me rodeaban mientras que Ben había quedado del otro lado junto a su madre-

Maléfica río un poco mientras veía a los alrededores para luego voltear a ver a Mal con una sonrisa.

-Que graciosa, eres muy graciosa -dijo aún riendo para luego ponerse sería casi de inmediato- ahora dame la varita, rápido -dijo extendiendo su mano esperando la varita-

-¡No! -gritó Ben asustado, entonces Mal hizo como si fuera a darle la varita a Maléfica, pero terminó lanzándole la varita al Hada Madrina-

-Bibidi, babidi -el Hada Madrina al tomar la varita comenzó a decir el hechizo y mover su varita, pero antes de poder terminar, Maléfica la interrumpió-

-¡Bu! -dijo en burla Maléfica para luego golpear eu cetro en el suelo, haciendo que todos se congelaran a excepción de ella, mis amigos y ¿yo?- ¿Qué? -preguntó burlándose para luego mostrar confusión al verme- Wow eso es extraño, bueno supongo que no estás congelada ya que estás en medio de los demás -dijo con confianza para ignorar eso- ¿Cómo era el nombre de la princesita? Ah no me importa -preguntó para luego ver a Adam- wow, otros tiempos, otros tiempos -dijo mientras veía a Adam con más detalle, entonces volteó al Hada Madrina- oh, no, no, alguien debe cortarse el vello de la nariz -dijo en forma de burla, entonces volteó a vernos a los cinco- ¿Por donde empezaré? Lo tengo ¿Por qué no empezamos deshaciendo nos de esto? -cuando dijo eso, atrajo el brazalete de Mal hasta la varita, el cual quedó enredado en la varita- Perfecto ¿Verdad? -preguntó con una sonrisa, mientras Mal se veía triste- Oh perdoname, perdón, perdón, los cuernos, los cuernos -sé quejó mientras caminaba, ya que había chocado con los brazos del Hada Madrina- ¿Sabes Mal? Hay un mérito que debo darte -habló Maléfica mientras comenzaba a caminar del otro lado, acercándose a Bella y Ben- lograste corromper a una princesa de Auradon para ser tu ayudante, eso es muy impresionante -elijo para apuntarme con la varita y guiñarle el ojo a Mal-

-No es mí ayudante, es mí amiga -dijo aún triste por lo del brazalete-

-Aww, ¿Por qué tienen que ser así los adolescentes? -dijo Maléfica mientras movía la cabeza de Ben- Amores, amistades, es completamente ridículo -dijo con un tono aterrador- no es lo que tú quieres

-¡Tu no sabes lo que quiero! -gritó Mal muy triste- Mamá ¿Alguna vez me preguntaste a mí que era lo que quería? -preguntó mientras aún veía a Maléfica- Somos distintas

-¡Es evidente! -dijo Maléfica como si no fuera sorpresa alguna para ella- E tenido años y años y años, y años de práctica malévola, ya lo lograrás -dijo intentando animarla, pero definitivamente eso no era lo que Mal esperaba-

-No, no quiero hacerlo y desearía que tu no hubieras logrado jamás ser tan mala -dijo Mal sorprendiendo de muy mala manera a Maléfica- el amor no es débil, ni ridículo, en realidad es algo asombroso -dijo Mal esta vez con una sonrisa-

-Yo sé una cosa jovencita -dijo Maléfica molesta- esa de ahí te cambió, ¡No debe haber lugar para el amor en tu vida! -gritó completamente molesta-

Mal vio a Maléfica unos segundos y realmente se veía molesta, por lo que extendió su mano al aire y comenzó a hablar.

-Te ordeno, te mando ¡Varita a mí mano! -dijo Mal mientras extendía su mano, luego de decirlo la varita en la mano de Maléfica comenzó a agitarse, hasta que la misma varita se movió de las manos de Maléfica a las de Mal ¡Se la quité! -exclamó sorprendida y feliz-

-Yo creo que no, esto ya es tedioso e inmaduro, la varita ¡Dame la varita! -dijo Maléfica molesta r irritada por lo que Mal había hecho-

-Resiste Mal, puede que el bien sea más poderoso que el mal  -dijo Carlos algo preocupado para luego escuchar cómo Maléfica reía-

-Oh que divertido -dijo Maléfica parando su risa- ¿Es enserio? -preguntó para ladrarle a Carlos, entonces Chico corrió hasta ella y saltó sobre ella- Oh augh, apestas, apestas, ya suelta me -dijo para torrar a Chico al suelo cuando se lo sacó de encima, mientras estaba distraída Jay corrió para intentar quitarle el cetro, pero Maléfica fue más rápida y lo paralizó unos segundos- uh, Gastón te envidiaría -dijo para quitarle su fuerza y hacerlo caer-

-La fuerza no servirá, no estoy segura de la magia, hay que usar otra cosa como alguna debilidad en su contra o algo -le hablé en tono bajo a Mal para intentar ayudarla

-¿"Otra cosa"? -dijo Maléfica burlándose de mí observación- ¡Se acabó! Todos van a arrepentirse de esto -gritó para convertirse en un dragón-

Cuando se convirtió en un dragón, comenzó a perseguir a Jay, lo cual fue muy aterrador, él estuvo corriendo por gran parte de la gente que estaba congelada, siendo casi quemado por el aliento de Maléfica Dragón, ahí todos comenzamos a gritar por Jay y que se apurara, tuviera cuidado o por simple reflejo, debido al miedo, nosotros incluso estábamos corriendo por aquel pasillo de la iglesia a la vez que Jay, ya que la sola presencia de Maléfica convertida en dragón hacía que todos nos quisiéramos alejar lo más posible, entonces, Jay en un intento de alejarse de Maléfica, vino corriendo hacia nosotros, y cuando se estaba haciendo peligroso ya que Maléfica estaba a punto de comerlo, Evie tomó coraje y volteó a Maléfica.

-¡Espejito mágico muéstrame tu luz! -gritó Evie mientras apuntaba con el espejo mágico a Maléfica, quién se cegó por la luz-

-Detrás de mí Evie -dijo Mal para ponerse frente a nosotros- ¡No metas a mis amigos en esto! Esto siempre fue entre las dos madre -dijo Mal haciéndole frente a su madre- ¿Algo diferente eh? -murmuró a forma de pregunta, antes de pensar durante unos segundos- No hay fuerza del mal que logre ganar, si cinco corazones se ponen juntos a luchar -dijo mientras veía directamente a los a Maléfica- no hay fuerza del mal que logre ganar, si cinco corazones se ponen juntos a luchar, no hay fuerza del mal que logre ganar, si cinco corazones se ponen juntos a luchar -ambas se vieron a los ojos sin pestañear durante unos segundos, entonces Maléfica gritó en agonía y un humo verde la cubrió por completo-