02. Tan solo ellos dos

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Capítulo dos: Tan solo ellos dos.

Noticia de última hora: Hace momentos, la policía reportó la muerte del millonario más excéntrico y solitario del mundo.

La reunión no había sido convocada por alguna razón grata, más, sin embargo, el reencuentro producido entre los hermanos Hargreeves era digno de memorar por lo menos en los próximos y últimos ocho días.

Ahora, del Uno al Cuatro, saltando al Seis y Siete observaban curiosos al recién llegado.

¿Pero, qué había pasado? Retrocedamos unos saltos temporales.

—¿Qué es eso?

Bajo un manto oscuro que cubría el cielo, resplandecía un agujero eléctrico color azul. Vanya, quién fue la que se atrevió a cuestionar, se encontraba confundida y con miedo a lo desconocido, al igual que sus tres hermanos mayores.

—¡No se acerquen!

—Sí, gran idea.

Juicios sobre la extraña procedencia de aquel suceso llegaban de un lado a otro. Esto parecía ser un choque complicado para cuatro personas que juraban haber dejado atrás lo antinatural e ilógico.

A pesar de toda la fatiga mental, no fue sino hasta que Número Cuatro impaciente decide lanzar con fuerza un extintor contra aquello, que por fin cae la respuesta.

Y es que ya había pasado un largo tiempo, resultaba imposible de ser, pero lo era, vaya que lo era... Tras caer con brusquedad en el suelo, Cinco Hargreeves se levanta como si nada, generando en sus contrarios emociones tales como confusión, sorpresa y un minúsculo aire de estar en familia por más extraño que resultase.

 Tras caer con brusquedad en el suelo, Cinco Hargreeves se levanta como si nada, generando en sus contrarios emociones tales como confusión, sorpresa y un minúsculo aire de estar en familia por más extraño que resultase

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Sin poderlo evitar, en su memoria ya se reproducía el último momento junto a ellos, y como si fuera un espejo, utilizando la imagen frente a él, lo reflejó en sus recuerdos.

La campanita emitía sus característicos llamados, agitada entre los dedos de mamá.

Dos... cuatro... cinco, cinco adultos le observaban analizando sus movimientos, al primero que notó fue a Luther; lucía gigante, muy dominante, pero su mirada comunicaba todo lo contrario: sumiso, como si en algún momento el difunto padre aparecería con una nueva misión y él sin rechistar acataría las órdenes.

Diego: desde pequeño se le notaba su... fetiche a los cuchillos, así que no parecía contrariado por el aspecto psicópata de su hermano. Allison: su expresión claramente había madurado. Lo que le llamó bastante la atención era el hecho de que desde lejos era posible apreciar la nula sinceridad en su rostro.

Klaus por lo visto seguía jugando a ser Tinker Bell y su polvillo mágico.

Ben, él no estaba.

Vanya, simple y ordinaria Vanya. No obstante a pesar de todo, cada uno de ellos eran sus hermanos, por eso agradecía en silencio el tenerlos ahí.

BonitaWhere stories live. Discover now