10. (sin editar)

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- ¿Harold Jenkins? - pregunta Allison, en voz alta.

Entre sus manos sostenía el papel que su hermano le había pasado. Con Diego, Klaus y Luther a su alrededor. No se lograba identificar cuál de los cuatro se encontraba más confundido.

- ¿Quién rayos es Harold Jenkins? - pregunta esta vez Número Dos.

Cinco, que aún sostenía en su mano aquel vaso de café, lo lanza hacia los muebles tras él.

- No lo sé- admite y tras una muy corta pausa dice lo siguiente- aún.

Todo esto pasó sin que ningún hermano se percatara de la existencia de un hombre que se encontraba hurgando en las pertenencias familiares, específicamente frente a una vitrina que mantenía en su interior figuras de acción de los Hargreeves.

Luego de un intercambio de palabras y con algunas dudas aclaradas, Cinco logra convencer a sus hermanos de eliminar al protegido por la comisión, Harold Jenkins.

Deteniéndose frente a la estación de policía Diego anuncia sobre la posible existencia del historial del hombre que buscan, sugiriendo así que él fuera quien entrara a extraerlo.

- Conozco muy bien la estación, pase mucho tiempo dentro- afirma, observando las personas transitar.

- ¡Esposado! - contesta Allison, en reproche.

Al final, Diego había conseguido el archivo dentro de la estación logrando así un gran descubrimiento.

Harold Jenkins es Leonard Peabody.

-Sepárense, y griten si están en problemas - fue lo último que dijo Diego tras desaparecer e iniciar a buscar algo extraño sobre él tal Harold.

Dos, Tres y Cinco Hargreeves habían hecho su aparición en la propiedad de Jenkins. Quien había resultado ser el novio de su hermana, Vanya.

- ¡Oigan, tienen que ver esto! - alrededor de un par de minutos Allison ya había hallado la entrada a un ático que contenía objetos muy raros, entre ellos; posters de los Hargreeves con sus rostros rayados, figuras de acción sin cabeza, recortes de periódico.

- Mierda...

Sangre se deslizaba por la pierna de Cinco, y ya fue tarde para ambos hermanos darse cuenta porque el de apariencia más joven ya se encontraba tendido en el suelo.

- ¿Bonita? - resuena la voz de un hombre en busca de aquella pelirroja - ¿Jo? - pregunta nuevamente

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- ¿Bonita? - resuena la voz de un hombre en busca de aquella pelirroja - ¿Jo? - pregunta nuevamente.

Josephine y Cinco habían pasado por muchas cosas difíciles dentro del apocalipsis, tantas que ambos tendrían que utilizar sus manos más de siete veces para contarlas. Lamentablemente, esta vez no sería la excepción.

A un costado y tras un mueble roto se encontraba el cuerpo de aquella mujer de aproximadamente cincuenta años, al parecer había sufrido un desmayo por las altas temperaturas que los rodeaban.

BonitaWhere stories live. Discover now