devoción (18+)

𝐂𝐮𝐦 𝐧𝐨𝐰 (+18)

Advertencia:
-Escenas narradas de manera explícita, escenas sexuales.
-Lenguaje Vulgar, ObsceneLanguage, DirtyTalk, Fingering, Astenolagnia, Duololagnia.
-Créditos de fanart a quien corresponda

×××

-S-si.- pronunció con dificultad la chica- Pensaba en estudiar e-eso.

Titubeaba notablemente, preocupando levemente a su hermana que estaba justo en frente de ella.

-¿Estás bien, amor?- cuestionó con notoria preocupación- Estás roja.

-Si amor, ¿te encuentras bien?

La pelinegra miró con ligera súplica al último que habló: Sukuna, su novio; fingiendo completa inocencia frente a su hermana, mientras por debajo de la mesa le estaba enterrando tres dedos dentro su empapado sexo.

-Si, sólo...me dió calor.

Pudo pronunciar, ya que, el pelirosa frenó el movimiento de sus dedos posicionados en forma de gancho, contra la carne interior, abruptamente.

La hermana de ___ asintió, no tan convencida, y Sukuna atrajo la cabeza de su novia con su mano libre para besar su sien.

-Si te sucede algo dímelo, sin pena.

Sonrió con malicia, para volver a la banal conversación que tenían con su cuñada.

-¡Joder!- soltó en un inevitable gemido cuando los intrusos dentro de ella golpearon repentina y duramente su punto dulce; punto que Ryomen conocía a la perfección, cómo si de su propia polla se tratase.

-¿___?

La fémina frente a ellos fue interrumpida cuando el pelirosa colocó su mano, libre y no mojada, sobre la mejilla de la nombrada, para proceder a observarla con fingída angustia.

-Amor, ¿qué sucede?, hablo enserio, estás más que roja.

-N-nada.- la expresión de la pelinegra era de súplica total, gesto que a Sukuna lo ponía duro al instante- Tengo calor, eso es todo.

Dijo rápidamente, intentando no gemir, aunque parecía más que inevitable por el morbo de la situación, ya que, su novio no paraba de masturbarla duramente con su hermana al frente, sin notar lo que sucedía en realidad

-¿Quíeres un vaso de agua?

Cuestionó Sukuna al mismo tiempo que la miraba fijamente con las pupilas más que dilatadas, ardiendo en lujuría pura al sentir como el interior de su chica prácticamente asfixiaba sus dedos, sensación que se sentía más que divina cuando sucedía en su miembro mientras se la follaba

___ asintió rápidamente agachando la cabeza, evitando cruzar mirada con su hermana, mirando fijamente a Ryomen que sentía que su erección comenzaba a demandar atención ante tal escenita.

-Lo traeré de inmediato.- su hermana se paró de inmediato con notoria preocupación.

-Gracias, eres un ángel.

Comentó "afligido" Sukuna, mientras atraía el rostro de ___ con suma rudeza hasta el suyo, con su mano libre, cuando la hermana de ésta se marchó de la sala.

-Vamos, acábame en los dedos, pequeña puta.

Mordió su labio inferior con fuerza en medio del rápido beso, sacándole un lloriqueo que fue música para sus oídos; moviendo más que rápido sus dedos dentro de ella, provocando un golpeteo más que extasiante, una y otra vez, en su punto dulce.

-Te corres ahora o no te corres ____, regresa tu hermana y me detengo.

Sonrió con malicia absoluta, hundiendo aún más sus falanges y sumando su pulgar al clítoris hinchado de su chica, con su mano libre le brindó un par de cachetadas, más que excitantes, para tomar con fuerza sus mejillas y besarla con rudeza, ahogando sus gemidos.

-¡Sukuna!

Gimió bajo, dentro de la boca del nombrado, al venirse al instante gracias al morbo de la situación.

-Que obediente.

Elogió su novio, sacando lentamente sus dedos para colocarse recto al instante en el que escuchó los tacones dando pasos cerca, regresando con ellos.

-No llegaba a la repisa, lo siento.- dijo apresurada la cuñada del chico, brindándole el vaso a la sonrojada ___.

-Gracias, amor.- pronunció la fémina aún algo agitada a su hermana mayor.

-No hay de que, ¿te encuentras bien?- cuestionó tocando su frente para mirar al novio de su hermana- ¿Puedes ir a comprar alguna pastilla, Sukuna?

-La del día después, cómo amo esa mierda.- dijo divertido ganándose una risa de la mayor y un ligero golpe de su bonita novia- Ya ya, ahora voy, espera que deguste esto una vez más.

Llevó sus dedos a su boca, bajo la atenta mirada de la pelinegra que sintió un escalofrío de excitación pura al saber lo que aquella inocente acción era en realidad.

-Exquisito.- sonrió ladinamente.

-Gracias Sukuna, mi novia me enseñó a cocinar el pollo de esa forma.- respondió inocentemente la hermana mayor de ___, sin saber el trasfondo de la situación.

-Es lo mejor que he probado.

Apoyó su mano en el muslo de ___, y lo apretó ligeramente.

-Ve a comprar Sukuna.

Ordenó la pelinegra, queriendo cobrarse lo de recién, aunque el tener que salir en medio de la cena no se acercaba para nada a lo que hizo su chico.

El pelirosa rió ante el intento de venganza de su chica.

Se acercó y la besó cortamente, para luego murmurar en su oído, apenas audible para ellos dos.

-Cuando vuelva te voy a dejar el culo tan rojo cómo lo está tu bonito rostro ahora, con o sin tu hermana escuchando.