Evie Branwell es una de las mejores shadowhunters del Instituto de Nueva York, siempre sigue las leyes y hace bien su trabajo. Pero, ¿qué pasará cuando un familiar suyo del pasado venga a provocar muchos problemas? ¿podrá superar los obstáculos? ¿qu...
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Estaba en sala de control con mi hermano, cuando las puertas del Instituto se abrieron, entrando por ella mi hermana y mi cuñado, ambas estábamos con las caras serias, nos miramos así unos segundos hasta que ambas largamos una carcajada y nos abrazamos.
-Tambien yo, Evs - dijo y se separó para ver a mi hermano y abrazarlo - Hermano mayor - cantureó.
-Princesita - dijo Isaac correspondiendo el abrazo.
-Evaline, Isaac - dijo el esposo de mi hermana y le dí una media sonrisa a modo de saludo, mientras Isaac le dió la mano.
-¿Qué será tan serio que me hicieron venir hasta acá? - preguntó mi hermana, arreglando su vestimenta y volviendo en su modo directora.
-No lo sé, no creo que sea por lo de Valentine - dije, empezamos a caminar hasta el despacho del director, en donde se estaba quedando Imogen. Mientras que John fue a buscar a Alec y a Jace. Una vez que llegamos, tocamos la puerta.
-Pase - se escuchó desde dentro, nosotros entramos y cerramos la puerta - hermanos Branwell - dijo la Inquisidora bajando un poco la cabeza y nosotros hicimos lo mismo.
-¿Nos necesitaba, señora Inquisidora? - preguntó mi hermana, diplomática. La señora miró a uno de sus hombres y asintió.
-Traélos - dijo ella, y el hombre salió del despacho - tomen asiento, se que esto les va a parecer chocante - dijo mientras se paraba, para vernos.
-¿Pasa algo malo? - pregunté, curiosa.
-Nada, señora Lightwood, es más, creo que les va a encantar la noticia - dijo, con una sonrisa y mirándome ¿tierna?, tocaron la puerta - pasen - dijo y la puerta se abrió mostrando a dos personas: una mujer rubia de no más de 50, con ojos verdes tirando a grises y una contextura pequeña; y un hombre rubio de 52, ojos celestes y una contextura mediana.
-¿Qué demonios significa esto? - pregunté, para luego pararme y retroceder. Las expresiones de mis hermanos eran las mismas que las mías. Sorpresa. Mis padres ¿están vivos?. Inconscientemente, llevé la mano a mi hombro dónde tenía mi Runa de Duelo.
-¿Mamá? ¿Papá? - preguntó Isaac, sorprendido. Mamá ya estaba llorando, mientras mi padre sonreía ampliamente, mostrando su perfecta dentadura. Miré a la Inquisidora, buscando una explicación.
-Valentine fingió la muerte de ellos, y los tomó como prisioneros, por más de 11 años - explicó. Me acerqué a ellos y los abracé, llorando, mis hermanos se sumaron momentos después - voy a dejarlos tener su momento familiar a solas - dijo y asentí, agradecida.
Finalmente, nos pusimos al día. Nuestros padres nos contaron cómo pasó todo ese día, qué fue lo que Valentine les hacia, y como su amor por nosotros los mantuvo vivos. Les contamos que Lydia y yo nos casamos, Isaac le contó que era bisexual y que salía con el Gran Brujo de Brooklyn, lo tomaron muy bien. Por fin, tenía a mi familia completa.
