Evie Branwell es una de las mejores shadowhunters del Instituto de Nueva York, siempre sigue las leyes y hace bien su trabajo. Pero, ¿qué pasará cuando un familiar suyo del pasado venga a provocar muchos problemas? ¿podrá superar los obstáculos? ¿qu...
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Ian Lightwood nació el 5 de mayo de 2010, con 2,800 kg y 45cm de talla, llenando los corazones de sus abuelos, tíos y por supuesto, el de sus padres.
-¡Felicidades Evie! - gritó Iz en cuánto pasó por la puerta junto con Jace, Alec la miró furioso en cuanto el llanto de Ian empezó a inundar la habitación.
Alec tomó al bebé en brazos y se acercó a sus hermanos.
-Se llama Ian - anunció Alec, Iz empezó a derramar lágrimas viéndolo.
-Es hermoso, felicidades - dijo mi cuñada para luego lanzarse a mis brazos. Se quedaron un rato más y se fueron a las respectivas misiones. Vino a visitarme mis padres y los padres de Alec, por supuesto, mi madre y mi suegra lloraron de la emoción, mientras que mi suegro se reía de las amenazas de mi padre hacia Alec diciéndole que ahora espera un tiempo decente antes de volver a embarazarme. Mi hermano y Magnus también vinieron con muchos regalos.
Maddie Flintlock también se acercó a darnos sus felicitaciones. Ella llegó hace un mes y fue mandada por Penhallow. En poco tiempo se convirtió en una gran amiga.
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La segunda cuna se encontraba en nuestro despacho con nuestro bebé descansando en él y volvimos a trabajar, luego de dos días. Mi hermana también tuvo que volver a su Instituto junto con John.
-Acaban de llamar de Alacante - informó Izzie entrando al despacho, levanté la vista sonriendo hacia mi cuñada y volví a bajar leyendo el reporte - transportarán al Seelie.
-Bien - respondió Alec, quién seguía viendo la computadora - ansío librarme de él.
-Alec, Evie - dijo mi cuñada y la miré nuevamente - durante el interrogatorio, el prisionero dijo que lo torturaron en el Gard.
-Es imposible, Parabatai, las torturas fueron prohibidas por la Clave hace más de 100 años - dije mirando a Iz.
-Es un Seelie, Evs, no mienten - respondió ella y rasque mi cuello con duda, era cierto.
-Eso violaría los Acuerdos - dijo Alec poniendo una mano sobre la mía.
-Exacto, aun presos, los subterráneos tienen derechos - dijo Iz - infórmenselo a Jia.
