Capitulo 36 [La hija bastarda]

1.7K 226 102
                                    

La mayor camina con prisa hacia la puerta, angustiada cuando esta es tocada con brusquedad y de tal manera como si fueran a tirarla. La abre, el contrandose con los ojos llorosos de la rubia quien mantiene una mano sobre su pecho, sintiendo su corazón tiritar, lisa intenta controlar su su respiración y Aclara su voz centrando sus ojos en La mujer que yace observandole preocupada.

—¿Estas bien?—Le Pregunta, La menor solo toma aire, soltando un pequeño quejido al sentir su corazón tan oprimido.—¿Te duele algo? —Le examinó.

—No, estoy bien —Dice con dificultad haciendo una reverencia ante la mayor, presionando aun su pecho con su mano creyendo qué de ese modo El dolor será más leve.—Corri desde el colegio hasta aqui, Estoy algo agotada, es todo —Le resto importancia.—¿Esta jennie?

La mayor asintió, haciéndose un lado para permitirle pasar, guiandole hasta la oficina de la castaña. Tocando levemente la puerta y cuando la voz de jennie es audible del otro lado, solo espera paciente a que aquella se dirija a abrir. Observa a lisa, quien continua con aquella mirada triste y aun mantiene su mano sobre su pecho, Al principio le pareció normal que actura de tal manera pues habia corrido demasiado pero después de unos minutos aun respiraba con dificultad incluso llego a pensar que podria desmayarse en cualquier segundo.

—Espera aquí —le ordeno.—traeré un poco de agua para ti ¿Si?—La menor asintio, viéndole alejarse.

Volvió a observar la puerta, soltando vagos quejidos ante El dolor en su pecho, llegando a un punto en donde incluso mantenerse de pie requería todo su esfuerzo, Sabia que no era un buen momento para perder la. Conciencia o preocuparse por su corazón y solo queria poder aclarar las cosas con jennie y decirle cuanto la ama. Ve la puerta abrirse, respirando profundamente para observar esos ojos serenos mirarle. Jennie se apoya contra el marco de la puerta observandole mientras siente Los deseos de sonreír, pero no lo hace y mantiene esa mirada rígida.

Esta bien, estaba segura de que la tenia bajo sus pies ahora.

Unnie yo..

Lisa guarda silencio de golpe cuando La mayor alza una mano ordenandole hacerlo. Temblando ante ella, le ve señalar el interior mientras interpreta aquello como si le pidiese qué pasara y así lo hace. Se adentra a la habitación qué jennie había adaptado como su oficina, mirando aquel escritorio de madera, viendo a La castaña tomar asiento en su silla mientras le observa.

—No dije que podías tomar asiento —Le detiene, cuando la menor tiene toda la intención de sentarse, poniendose de pie de golpe, haciendo una reverencia para disculparse.—¿Que haces aquí? Dije que ya hemos terminado.

—No, unnie —Dice rapidamente, mirandole con sus ojos color café llenos de tristeza.—No me dejes —Pide.—Rosé no quería intervenir, por favor perdonala, por favor perdoname —rogó, parpadeando repetidas veces, jennie solo ladeo la cabeza negando.—Haré lo que me pidas, Cualquier cosa, solo por favor no me dejes —Su tono salió lloroso a tal punto qué el cuerpo de jennie temblo al verle tan vulnerable ante ella, negandose así misma ante la idea de desistir.—No se estar bien sin ti..

Y eso basto para que La chica de ojos cafés fuera cubierta por Las escuridizas lágrimas qué bajaron de prisa por sus mejillas. Jennie presiono sus labios, recordandose así misma qué no debía ceder incluso si las ganas de parar su plan volvieron a ser latentes. Lisa por el contrario se sentia tan perdida por sus sentimientos, Nisiquiera pensó que en un punto estaría ahí suplicando su amor como si su vida dependiera de ello y ahora, justo ahora así era. Por que es capaz de jurar qué su estabilidad se derrumbaria en el lapso de un minuto si jennie denegada a La idea de seguir a su lado, Odiaba la dependencia de su torpe amor, pero no podía hacer más cuando le ha entregado su corazón.

—Bien—Jennie se puso de pie, aclarando su voz cuando tal escena ante sus ojos fue más difícil de lo que imagino.—Esto tiene solución lisa —Le dio la espalda, jugando con uno de sus retratos qué permanecian en la repisa.—Si quieres volver conmigo entonces tendrás que pedirme perdón de rodillas —giro a verle, observandole asentir.

La menor suspiro, colocandose de rodillas ante la castaña quien solo sonrio ladinamente sintiendo cada poro de su piel ser consumida por su deprabable deseo de venganza y se siente tan superior al pensar en El padre de lisa, ¿Que sentiría aquel hombre? Cuando se entere qué su hija, su pequeña hija, su futura heredera esta ahí, de rodillas ante la hija de la mujer a quien llamo mujerzuela mientras le ruega por su amor.

Así que si, la hija bastarda de ruby kim tiene de rodillas a tu pequeña hija.
Piensa observandole. Toma su telefono grabandole mientras su sonrisa se ensancha aun mas.

—Lo siento unnie —Dice, en voz alta y clara para que aquella le escuchara.—Por favor no me dejes, Te amo, así que permanece a mi lado por favor—suplico.—Eres todo lo que me hace feliz, lo siento por herirte.

La castaña finalizó su grabación, guardando su móvil entre sus bolsillos sabiendo que usaría ese video en algún punto. Le observa aplaudiendo, desconsertando a la chica rubia quien permanece aun en el suelo observandole temerosa.

—Vez que fácil son Las cosas lisa —Dice, caminando hasta ella, sujetando sus manos para ayudarle a ponerse de pie.—Aunque sería bueno que sacaras de tu vida a esa chica, alguien que no comparte tu felicidad no puede ser tu amiga —Lisa dudo, pero cuando la mano de aquella chica acaricio su mejilla, solo asintió.—Tranquila, todo estará bien entre nosotras si solo haces lo que te digo —La menor volvió a asentir.

—¿Entonces seguimos siendo pareja?—Pregunto casi temerosa por una respuesta negativa, pero en su lugar jennie asintió y fue suficiente para sentir alegría.—Oh unnie, pensé que te había perdido —Le rodeo rapidamente entre sus brazos.—Te amo.

Jennie no respondió y solo se limito a sonreír, correspondiendo de igual manera aquella sonrisa. La mayor quien permanecía del otro lado de la puerta fue capaz de oír como la castaña le trato,incluso si forcejeo contra la puerta no logro entrar, se limito a esperar fuera dispuesta a hablar con la mayor. Lisa permanecio unos minutos más en compañia de jennie quien depositaba cortos besos sobre sus mejillas y ocasionalmente en sus labios, Entonces el dolor en su pecho logro disminuir como si nunca hubiese estado ahí.

Lisa se sentia plena y feliz, sabia que todo estaría bien si jennie continuaba a su lado.

Rompiendo su estabilidad.

Rompiendo su estabilidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dulce Venganza [Jenlisa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora