Dulce Venganza [Jenlisa]

Capítulo 39 [Mi dulce venganza]

Jennie Aspira con fuerza manteniendo sus ojos cerrádos mientras la maquillista da los últimos toques, observa su reflejo asintiendo ante el resultado. Finalmente el día de su ansiosa boda habia llegado, rosas blancas colgaban de el lugar y un gran  ramo aguardaba sobre la mesita. Bambam le habia llamado esta mañana recordándole qué se sentia el hombre más afortunado del planeta tierra y lisa, la joven rubia solo le dijo que esperaría por ella para presentarla finalmente con su familia como su novia.

Así que todo estaba perfecto y acomodándose para su gran momento incluso si una melancolía se habia formado en su interior se habia convencido así misma de que era algo que tenia que hacer. Su nona quien es la encargada de acomodar el velo de novia, sonrie al observarle portar aquel vestido y le llena de ilusión qué en algún punto jennie pueda volver a usarlo pero esta vez casándose con la persona correcta.

—Aun puedes cambiar de opinión
—Dijo mientras acomodo el velo y cubrió su rostro.—Tu quieres a lisa, no tienes que hacer esto.

—Te equivocas—Hablo con rapidez.—Tengo que hacer esto por que es todo lo que he deseado en mi vida y finalmente llego el día —La mayor nego, jennie se puso de pie girando su mirada a ella.—Y es verdad, no te lo voy a negar yo..—Su voz temblo.—Quiero a lisa —Aseguró.—Pero mi odio por ese miserable es más grande.

A la mayor no le dio tiempo de refutar, jennie camino con rapidez hasta la mesa, tomando aquel ramo de rosas para finalmente partir hacia la iglesia. Abordaron con cuidado la Flamante limusina, El señor manoban no se habia limitado en gasto pues para aquel eso no era nada más que una buena inversión. A cada velocidad del auto la castaña solo siente su pecho arder con suma fuerza, tomando aire suficiente para sentirse segura del paso qué finalmente dará.

La limusina se detiene, jennie es capaz de observar al tibulto de personas y reporteros qué esperan pacientes, también logra mirar a bambam quien solo acomoda su corbata, tratando de verse presentable y que el nervio no sea notorio, Pero sus ojos son robados por lisa, la joven quien permanece a un costado en compañia de su padre, jugando con sus manos mientras mira por los lados esperando la llegada de alguien; de ella.

—Si eres capaz de pagar el precio de tu venganza cariño —Dice su nona, llamando su atención.—Entonces adelante, no te detendré más.

Jennie baja la mirada siendo conciente de sus acciones y intentando qué sus sentimientos no afecten su decisión así que solo enfoca su mirada en ella negando, tomando aire suficiente para finalmente disponecer a bajar. entonces su llegada es anunciada, los invitados se adentran a la iglesia esperando la gran entrada de la novia, algunos reporteros permanecen tomando fotografías. bambam Mira la limusina para luego enfocar su mirada en su madre quien es la que va a acompañarle hasta el altar. Jennie le ve entrar, caminando hasta la entrada en compañia de jisoo y su nona.

Su nona observa a bambam a distancia llegar al altar, girando su mirada en ella mientras le espera. Jennie llena sus pulmones de aire, sujetando su ramo con fuerza entonces empieza a caminar en dirección a él chico cuando Las trompetas suenan anunciando su entrada en la iglesia.

Los invitados le observan, muchos con asombro por su detonante belleza, las fotografías no faltan por cada lado, algunos solo murmuran cada que ella avanza. Entonces a unos cuantos pasos, es capaz de sentir su corazón hacerse cada vez mas pequeño cuando aquellos ojos color café parecer romper en lágrimas al reconocerle. lisa quien le observa caminar solo siente un nudo en su garganta, no lo entendía incluso si todo estaba tan claro, las lágrimas bajan de prisa, observa a rosé quien le mira con pena desde el asiento de enfrente. Así que ella tenía razón.

Su corazón solo termina de romperse cuando le ve detenerse, observandole también mientras la castaña se esfuerza en mantener su sonrisa, lisa siente deseos de correr a ella y pedirle una explicación, pero incluso si quiere dar un paso hacia delante, sus piernas no se mueven. Jennie solo le mira, queriendo decir algo, pero a ese punto de la situación no había oportunidad de tener arrepentimientos. Así que traga el deseo de estrecharle entre sus brazos y regresa su mirada al chico quien espera por ella.