Capítulo 4

918 71 51
                                    

Urss.

—Bueno Estados Unidos, ya estoy aquí ¿que es lo quieres?

Entre a la oficina de Estados Unidos llegando a la hora exacta, no se ni porque acepte una junta con alguien más joven que yo se ve que no tiene ninguna experiencia para los negocios nose como puede gobernar solo su país, es un niño.

My Friend, Urss porque tan amargado, problemas en la cama.

Esa actitud coqueta y de egocentrismo se escuchó por toda la sala.

Un joven país que hace poco acaba de independizarse de Reino Unido, una lástima que sus hijos se revelarán contra su propio padre, por eso tengo que ser más duro con Rusia.

Con cara de disgusto respondí.

—Solo quería hacer un tratado de paz, pues como se escuchan por las calles pudiste vencer al reino de España no quisiera que estemos en bandos opuestos.

Se ve a simple vista su mala intención ambos somos potencias mundiales una guerra entre nosotros sería la ruina para el mundo.

—Ve directo al punto.

No quería desperdiciar saliva con este Playboy.

—No hay truco, my dear friend.
Solo un acuerdo mutuo para que no haya disturbios entre nosotros, usted sabe otra guerra seria perjudicial para nosotros

Como lo decía.

—Y si necesito algo, usted me ayuda y así viceversa, solo apoyo entre ambas potencias del mundo.

Sonaba un trato justo, pero había algo que no me cuadra.

—¿Incluye también equipo militar y  comercio?

Pregunté necesitaba por el momento provisiones para mi país.

—Así es.

Dijo mientras sacaba unos papeles donde ambos firmaramos.

—Hecho.

Tan pronto leí todo el acuerdo de varias páginas todo estaba en orden no había letras pequeñas ni nada fuera de lugar, me dispuse a retirar.

Me levante del asiento y empecé a salir por la puerta de esa oficina.

—Un momento, Urss.

Me detuve y volteé, ¿Ahora que querrá?

—¿Qué sucede?

Usa sonrió dispuesto hablar.

—Escuché, que tienes un juguete a tu disposición ¿No es cierto?

Esos rumores sin sentido alguno.

—Tú sabes lo que la gente dice, el gran bondadoso y misericordioso hombre.

¿Deberé matar a la editorial de esos periódicos?

—Quién cautivó el corazón de un país tan poderoso como Urss y perdonó a sus hermanos, llamado México.

Tonterías.

—Solo quería saber si me lo podías prestar por un tiempo, quisiera tener una conversación privada, sabes a lo que me refiero,  my friend.

Me detuve a pensar.

—No es de mi propiedad, él solo se queda ahí porque quiere.

—Pero aún lo mantienes a tu lado eso significa que te importa.

—No.

De ninguna forma el me importaría.

—Entonces no tendría problemas con quitártelo.

Celos -EDITANDO-Where stories live. Discover now