capítulo 5

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México.

Es mi final lo sabia solo quería que terminara todo de una vez.

—¡Espera, no lo hagas!

Levanté a mi cabeza. ¿Por qué me salvaba?

—General no lo hagas, recuerda es mi hermano.

—Si tu hermano, quién estuvo a punto de matarte.

Respiraba con dificultad.

—Por favor, General él no sabe lo que hacía se que él me quiere le suplico no lo mate.

Se arrodilló y le empezó a suplicar.

Estaré volviéndome loco pero porque mentía tan descaradamente, es como si se convirtiera de un zorro astuto a un conejo asustadizo y generoso.

Ese hijo del mal.

Urss me observó en silencio y habló.

—Perdonaré por los actos que hizo tu hermano, pero no se acercará a ti nunca más.

—Si, general muchísimas gracias por perdonarlo.

Le abrazo acto seguido y Urss o el querido general de Perú. Me sujetó del cuello arrastrándome dirigiéndome hacia la puerta.

Mientras salía podía a ver a Perú con una sonrisa tan grande y coqueta como si supiera lo que me esperaría al salir de su cuarto y yo no estaba feliz por ver esa sonrisa como si tuviera el control de todo yo era así antes yo tenía el control de todo, pero gracias a mis hermanos vivo en este infierno por culpa suya, pero si él no quiso que muriera era porque sabía lo que me iba a pasar y que sufriría igual que él.

Nuestra relación en un principio fue buena él siempre era amable y no destacaba pero debido a eso cambió todo.

Después de maldecirle internamente, Urss terminó de arrastrarme y me tiró en una habitación, aún desangrándome apretó mi herida sin remordimiento.

—¡Escuchame, México! No lo repetiré de nuevo te vas a ir mañana de este lugar, te alejarás de Perú y si abres tu boca de que él está aquí, tu hermano no será capaz de protegerte.

Después de decir esas palabras se estaba retirando, pero yo no podía dejar las cosas así así que grité.

—¡¿Por qué te importa tanto mi hermano que tiene él que yo no tenga?!

Urss se detuvo.

—¡Yo siempre fui el mejor de todos porque debía hacerlo, porque me rechazas tanto, quiero que me trates  igual que a él. Que me falta a mí, yo te estoy entregando todo pero no te importa nada siempre vas a ir por él!

Agarré mi brazo, y empecé a llorar, hasta que Urss se inclinó a mi.

—Me vas a entregar todo de ti.

Me miró y sujetó mi rostro.

—Si te daré todo, pero por favor no me dejes.

—Bien, entonces haremos eso.

Se acercó a mi oído y dijo.

"Seras su reemplazo"

Y me besó.
...

Usa.

—Señor.

—¿que quieres?

Usa enojado por interrumpir en su trabajo.

—Nuestros espías han informado que el señor México salió de la casa perteneciente a Urss, en este momento esta en su territorio.

Sonrío maliciosamente.

Celos -EDITANDO-Where stories live. Discover now