𝒍𝒆𝒘𝒅 𝒕𝒉𝒐𝒖𝒈𝒉𝒕𝒔~𝐓𝐬𝐮𝐤𝐤𝐢𝐲𝐚𝐦𝐚 𝐫18

J E A L O U S Y

Tsukishima nunca se considero una persona celosa por dos razones:

1.-No tenía porque, si su pareja estaba con él era por algo.

2.-Nunca tuvo un apego muy grande con sus ex novios.

Ni siquiera con Kuroo sintió una conexión tan fuerte como para tener miedo de que se lo "quitaran".

Eso cambio cuando empezó a salir con Yamaguchi.

Muchas personas veían a su hermoso novio como si fuese un dulce y otras lo miraban como un ángel y ninguna opción le agraba.

Pero siempre pudo controlar esos celos, después de todo sabía que el moreno nunca le dejaría por otro.

Claro que siempre hay una primera vez para todo.

La primera vez que sintió celos fue cuando apenas llevaban tres meses de relación. El moreno había llevado al de lentes a la casa de su progenitora para ayudarle a empacar sus maletas porque la señora saldría de viaje.

La pequeña reunión fue genial, la mamá del moreno estaba encantada con la presencia del rubio pues, a su parecer, era un caballero amable y tranquilo, perfecto para su hijo.

—Tsukishima, ¿siempre has usado lentes?— fue la pregunta inocente que iniciaría marcha a sus celos.

—Uhm, no realmente, cerca de los trece empecé a usarlos— respondió amable para dejar la última maleta de la señora en el carro de la mencionada.

—Oh, de casualidad, ¿no jugaste voleibol de pequeño?— la señora preguntó curiosa.

—De hecho sí— le sonrió —Estuve en un campamento de verano cuando tenía once— cerró la cajuela del carro negro.

—¡Oh, entonces creo que estoy bien!— celebró la señora feliz, con las mismas manías que tenía Yamaguchi —Mi Tadashi igual estuvo en un campamento de pequeño y nunca se callaba de un chico alto rubio que le ayudaba a practicar— dio una risilla como si acabara de hacer una travesura —Pregúntale sobre él, creo que ustedes dos estaban destinados desde pequeños—

Esa fue la corta conversación que tuvieron a solas antes de que la señora saliera de la ciudad.

Por supuesto que el rubio se encontraba demasiado feliz cuando pasó eso, así que aún en euforia, se adentró a la casa para ver a su novio acomodando la sala.

—¿Ya se fue mamá?— preguntó sin mirarlo pues se encontraba ordenando los cojines.

—Sí— respondió cortante antes de abrazarlo por detrás —Tadashi, ¿jugaste voleibol de chico?— las risas del moreno no tardaron en salir.

—Oh Dios, ¿mamá te contó eso, cierto? yo era muy malo pero sí, si lo jugaba— habló entre risas.

—Mmh— hizo un sonido de asentimiento —Dijo que eras muy amigo de un chico de ahí— el moreno se volteó para mirarlo de frente, aún abrazado por las manos blancas.

—Asi es, ese chico fue el que me hizo bisexual— rio mientras plantaba sus manos detrás del cuello del más alto.

—¿Ah sí? ¿y cómo era?— habló coqueto con una sonrisa.

—Pues...era más grande que yo, rubio, muy atento conmigo y muy lindo— el pecoso empezó a juguetear con los rulos pequeños de la nuca rubia.

—¿Sí?— sonrió divertido el alto —¿Tienes fotos?—

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Ambos estaban sentados en el suelo, buscando entre las miles de fotos que contenía la caja de recuerdos del pecoso.