M I L I T A R Y

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Tsukishima estaba sudando frío.

O al menos así lo sentía él.

Estaba sentado en la cama de su novio mientras esperaba a que terminara de arreglarse para la reunión de amigos que tendrían.

Yamaguchi se miraba en el espejo mientras intentaba arreglar su cabello en una media coleta para dejar ver su underneath azul que acababa de hacerse hace menos de una semana.

Pero el problema de nuestro rubio no era lo mucho que tardaba el pecoso en arreglarse, sino, el como se estaba arreglando.

Pantalones tipo joggers con estampado de camuflaje, botas militares y una playera negra demasiado pegada a su cuerpo que dejaba ver sus pectorales que empezaban a crecer por alguna razón.

—¿Qué pasa?— comentó el moreno sin voltearlo a ver, aún mirándose en el espejo.

—Uh...¿de qué?— el más alto simplemente desvío sus ojos hacia cualquier otra dirección excepto hacia el cuerpo fornido de su novio.

—Kei, llevas viéndome desde hace tiempo— dio una media vuelta para hacerle frente —Si no te gusta mi ropa dímelo— el pecoso adquirió su típica pose de regaño, sus brazos cruzados por su pecho y todo su peso puesto a un lado de su cadera, haciéndolo ver con más curvas de las normales.

–No te pongas así de exagerado—

La cara de Yamaguchi cambió para adquirir una de incredulidad ante las palabras serias del rubio.

—Eso es algo muy audaz de decir para alguien que se pone duro con sólo verme, ¿no crees?— alzó un poco más la cabeza mientras sonreía.

Kei cerró las piernas rápido al escuchar el tono burlón y sarcástico que espetó su novio con una sonrisa de superioridad mirándolo desde arriba.
No se consideraba masoquista, pero los insultos de Yamaguchi le estaban causando una reacción un poco indecente en ese momento.

—No me disgusta tu ropa— aclaró antes de que hubieran problemas innecesarios —Es que, tal vez, me gusta demasiado— habló bajito mientras agachaba la cabeza, sin querer mostrar el sonrojo que le corría en la cara —Pareces un verdadero militar así—

La cara del pecoso volvió a tomar una sonrisa para mirar la frente -ya que seguía con la cabeza gacha- de su novio. Caminó tranquilo hasta ponerse frente él y cruzó sus brazos bajo el pecho, azotando el piso con su bota de manera lenta.

Escuchó claramente cuando el rubio pasó saliva de forma brusca y vio como volvía a cerrar las piernas de golpe al igual que ponía sus manos en su regazo.

—¿Sucede algo, Kei?— el megane negó con la cabeza mientras volvía a desviar la mirada hacía un lado y movía su pie nerviosamente.

Yamaguchi, en un movimiento rápido, abrió las piernas del rubio con su rodilla, dejándolo ver el pequeño bulto que se estaba formando en su parte baja.

—¿Seguro?— le volvió a preguntar con una sonrisa burlona y las cejas alzadas.

—Kogane nos está esperando...—susurró mientras que la mano derecha del moreno se posaba en su pecho para tirarlo boca arriba en la cama.

Yamaguchi se sentó a horcajadas del rubio sin poner su peso completo en el cuerpo ajeno.

—Kogane puede esperarnos un poco más— murmuró antes de que sus labios se tocaran.

Los brazos del pálido se colocaron en la cintura del moreno, apretandolo contra sí. El beso subió de nivel cuando la lengua del pecoso delineo los delgados labios de Tsukishima, tironeo su labio inferior antes de introducir su músculo.

𝒍𝒆𝒘𝒅 𝒕𝒉𝒐𝒖𝒈𝒉𝒕𝒔~𝐓𝐬𝐮𝐤𝐤𝐢𝐲𝐚𝐦𝐚 𝐫18Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang