Mortal Kombat Fanfic

Resistencia (Kabal/Noob Saibot)

La hermandad de las sombras se río o se sentaron en posiciones reconfortantes mientras observaban a los humanos desde las laderas que rodeaban los campos de entrenamiento fortificados para simplemente observar cómo se ejercitaban de forma regular. Dado que el ejército Terrano era bastante idéntico a la Guardia de Élite en el infierno, la de ciervos de Quan Chi no pudieron evitar sentir una sensación de nostalgia cada vez que presenciaron métodos similares utilizados por dichos humanos. Luego estaba también el humor de todo.

Las carreras de obstáculos fueron las más divertidas. Kano los ponía siempre a prueba para ver que no perdieran el toque y si aún le eran ee utilidad. El clérigo y los habitantes del infierno estaban contentos de no tener que hacer ese entrenamiento al ser "invitados" especiales de Kano.

Los humanos tuvieron que ir por pozos de barro, alambres de púas y, a veces, incluso escalar plataformas empinadas; la hermandad de la sombras tuvieron que evitar rodar por la hierba riendo. Incluso el espectro trató de ocultar una sonrisa humorística cuando un humano se deslizó sobre la tierra húmeda. En este punto, todos estaban apostando sobre qué Terrano lo estropearía y dónde. No es que, por supuesto, tuvieran algo con lo que negociar. Era su fuente de entretenimiento y nunca dejaba de alegrarles el día.

—Hey Saibot, tu mascota está haciendo fila para probar el curso! ¡Cinco raciones dicen que va a morder el polvo! – Havik se rió entre dientes.

Jataaka frunció el ceño.

—¡No, yo digo que se va a quedar atrapado entre los cables! –

Ahora, Noob Saibot no era de los que jugaban en juegos tan mezquinos, pero hablar mal de su humano lo hizo gritar bastante rápido.

—Apuesto veinte raciones a que va a llegar hasta el final. –

Demonio y Chaosrrealmer se miraron con curiosidad antes de la respuesta de Jataaka.

—Hum... Nadie ha podido atravesar todo el camino. En todo caso, se cansan justo después de escalar la pared considerando la cantidad de obstáculos que hay.

—¿Dudas de mi juicio? – el espectro gruñó con severidad.

La hembra se encogió de hombros y se acomodó un poco detrás del clérigo para evitar el posible ataque del maestro de las sombras.

—N-no, Saibot, yo sólo... Ugh... no importa. –

Resoplando por la victoria, el amo de las sombras miró a Kabal justo cuando despegaba del punto de partida. Se dio cuenta de que su humano ya estaba sudando por las otras estaciones de ejercicio a las que había ido anteriormente, lo que significa que se había llevado a grandes límites y ahora estaba probando un curso riguroso que se abordaba mejor con todas las onzas posibles de energía. Por un segundo, su mente derivó hacia la probabilidad de que Kabal colapsara tanto por el calor como por el agotamiento de la potencia, lo que lo preocupó por decir lo menos. No le gustaba la idea de que su mascota se agotará.

Con el calor del día asomándose como un yunque sobre los hombros de los humanos, se sorprendió al ver que el mercenario seguía corriendo a gran velocidad, superando a otros como si no fuera gran cosa. El ébano corrió por el barro, sin resbalar ni una vez, pero hizo que Havik se burlara, lo que plantó una sonrisa aún más fuerte en el rostro oculto del espectro. El alambre de púas hizo poco para detener al humano, solo lo obligó a gatear sobre su frente que le recordaba al tirano a un gato merodeando. Eventualmente, ocurrieron algunos cortes en el cable, pero Kabal actuó como si no fuera nada mientras se ponía de pie y continuaba.

Noob Saibot agitó su cabeza divertido. Era como Kabal; solía ser capaz... Bueno, todavía podía continuar a un ritmo notable incluso cuando sus energías estaban en niveles peligrosamente bajos. El humano ya había sometido su cuerpo a todos los desafíos en el campo de entrenamiento, pero aún tenía el poder suficiente para completar el desafío más difícil dentro del campo. El espectro admitiría que había encontrado otro rasgo del humano que encontraba muy encomiable.

En lugar de usar el método normal cuando Will llegó a la empinada pared, saltó a una de las dos paredes acolchadas a su lado y saltó de un lado a otro antes de saltar sobre la pared real. Fue un movimiento muy del infierno que le valió a Kabal una ronda de aullidos y vítores de la hermandad de arriba sin el Lin Kuei errante, quien simplemente asintió.

Finalmente, estaba la carrera larga que requirió dos vueltas alrededor del recorrido en su totalidad. La mayoría en ese momento caminó o trotó, ya que su energía ahora se había agotado casi por completo. Pero no Kabal; parecía más entusiasmado con la adrenalina que un caballo en el Derby de Kentucky. Hizo que el primer Sub-Zero sintiera curiosidad por cuánto podía sufrir un humano antes de su punto de ruptura. ¿Cuánto podría tomar su mascota? Por el momento, no lo sabría porque Kabal terminó de correr las vueltas después de pasar a más de otros diez compañeros suyos a lo largo de ese recorrido en aproximadamente dos minutos y cincuenta y siete segundos. El récord fue de dos minutos y cuarenta segundos.

Mientras Kabal saludaba a la hermandad de la sombra que gritaban mirándolo con asombro, Noob Saibot mostró su raro elogio con una sonrisa al retirarse su protector bucal, una inclinación de cabeza y unos aplausos que hicieron que el rostro del joven humano se iluminara. Esa fue una resistencia impresionante... Para un humano vivo.