Mortal Kombat Fanfic

It's me bitch!♡

Sintió su presencia.

El frío le llamaba a su lado.

Al terminar esa oleada de enemigos miro al dios del rayo, quien, recíprocamente le miraba también.

–Tenemos que ir con Kabal.

El de cabello plata no tenía ni la más mínima idea de quién era el tal "Kabal" pero asintió mientras se dejaba iluminar por el rayo de teletransportación de Raiden.

En tan solo un segundo se encontraba en una de las calles de la ciudad, se encontraba destruida, repleta de cadáveres y automóviles envueltos en llamas; vio a un hombre de pie. Llevaba partes robóticas y armas más no le dio una verdadera importancia.

A un par de metros estaba el cuerpo inconsciente de Sheeva y Cyber Sub-Zero.

Sintió un vuelco en el corazón y no dudo en acercarse a él.

–¡Sub-Zero! –no le importo si ese sujeto le atacaba, tenía que ir a verlo, saber si estaba bien.

Se agacho hacia él, tomando su torso robótico con una mano y con la otra la cabeza del Lin Kuei cibernético, maldiciéndose internamente por dejar que eso le pasara a Kuai.

Debía protegerlo pues siendo uno de los asesinos más destacados de la Orden lo más importante es que él viviera y no fuese parte del programa "Cyber".

Maldecía, ¿por qué no pudo salvarlo? Kuai debió haber sufrido mucho por aquella transformación; Enenra pedía sangre, pero Smoke no lo permitiría... no ahora. Tan solo quería que el Ninja despertara, quería que todo fuese una horrible pesadilla, pero bien sabía que todo era la cruel realidad y la suya era ver a Tundra convertido en una especie de cyber-ninja en ese desolado mundo lleno de monstruos y demonios.

–... creo que serias bienvenido –logro escuchar de parte de Raiden al otro tipo.

Kabal iba a responder, pero Smoke se le adelanto.

–¿Y Sub-Zero? –mostro al cyber-Lin Kuei acunado en sus brazos.

–La esencia de Sub-Zero ya no existe –profeso el dios mirando la trágica escena.

Trago duro, lo siguiente iba ser difícil de pronunciar.

–Es mi amigo –dirigió su mirada hacia Raiden–. Lo que le han hecho es... horrendo.

Sus ojos grises tan tristes como el cielo nublado, a punto de soltar un aguacero de lágrimas al ver el estado tan deplorable y lastimado del maestro del hielo.

–Si... tenemos que ayudarle –esta vez hablo Kabal acercándose.

Hincó una rodilla mientras inclinaba a LK-520 y revisaba su espalda pasando su mano enguantada, no se podía decir que a Smoke e agradaba la idea de que estuviese manoseando de mas –pues ya mucho había hecho con aquellos puños– a Kuai, pero no tenía otra opción.

–Creo que necesitamos ayuda profesional –anuncio el ex-Dragón Negro.

–No esperemos más, los llevare.

Raiden ilumino un círculo a su alrededor.

Si de verdad existían los dioses antiguos, entonces debía alzar una oración para volver a ver una vez más a su amado Kuai Liang.

• ● •

Después de que Jax y Sonya junto a unos dispositivos especializados –¿qué acaso no era un USB con todo y un cable conectado al cuello de Sub-Zero? – pudieron reestablecer el "alma" del menor de los Lin Kuei.