Deseos Nocturnos [Finalizada]

Capítulo 7: Yui

HERMANOS SAKAMAKI

No podemos evitarlo.

Tampoco pudimos verte como una invitada o solo comida.

El amor... no puede evitar entrar.

Nosotros...

...te amamos.

Los seis se miraron entre ellos, desafiándose con la mirada. Tres por su lado y tres por el otro, mirándose con infinito desprecio. ¡Que linda relación de hermanos!

Ayato, Raito y Kanato se encontraban sentados en uno de los sofás de la sala, mientras que Shu, Subaru y Reiji se encontraban en el otro sofá que estaba al frente de este. Con sus ojos de distintos colores mirándose fijamente, en ese duelo de batallas que pareciera no acabar nunca... Hasta Shu estaba allí, mirando amenazador a todos sus hermanos pequeños. El único que mantenía la calma era Reiji, que parecía estar pensando algo serio debajo de sus gafas.

Al final habló.

- Bueno, creo que ya deberíamos hablar. ¿No? - su voz era seria, pero tenía un toque de nerviosismo.

¿Reiji nervioso? Eso no se veía todos los días, pero podrían jurar que todos estaban nerviosos en ese momento. Todos haciendo algún que otro gesto de incomodidad: Tocarse el pelo, tomarse las manos en el regazo, mirar a todos lados, golpear repetidas veces el suelo con el pie... todos tenían sus nervios en ese momento, y cada uno desconocía la razón de el otro.

- Tch, no todos los días tenemos algo de que hablar todos juntos. - murmuró Kanato, aferrándose a Teddy con fuerza.

¿Kanato serio? Eso tampoco se veía todos los días, por lo que algo muy serio era. Aquella reunión familiar donde se sentaban y se juzgaban con las miradas... era demasiado. Raito carraspeó, atrayendo la atención de los demás.

- ¿Podemos comenzar ya~? Tengo cierta curiosidad por saber lo que piensan mis hermanitos, nfu~

Bueno, Raito siempre estaba igual y nadie discutía eso. Todos se giraron para mirar a Subaru, que era la razón de por qué estaban todos reunidos. Incomodo por las miradas hacia él, se acomodó en el sofá mientras miraba hacia otro lado. ¡Era tan estúpido y vergonzoso, toda esta situación! Se estaba arrepintiendo de decirle a Shu "Tengo algo que decirles a todos ustedes" y que todos dijeran "Si, nosotros también" al mismo tiempo.

- Bueno... Tenemos cosas que decir todos, ¿No? - murmuró.

Todos miraron a Subaru con los ojos abiertos de par en par. Madre de Kami-sama, Subaru estaba rojo como un jodido tomate. Si no fuera por que en ese momento estaban todos serios, se habían reído a más no poder. Sin embargo, todos miraron al suelo con una expresión rara en sus ojos. Acaso estaban... ¿Avergonzados? Oh por favor, que alguien se los trague en ese momento.

- Tú primero, Subaru. - habló al fin Ayato, que se encontraba en silencio.

¡Ore-sama en silencio! Subaru se tensó.

- ¡Habla tú, eres el mayor! - espetó él albino, señalándolo con un dedo totalmente nervioso.

Era como un tema tabú, ya que cuando le señaló, Ayato se sonrojó y movió sus manos frente a él.

- ¡Shu es el mayor, que hable él!

Así los dos señalaron al Sakamaki mayor, que este con los ojos bien abiertos miraba al par de sus tontos hermanos. ¿Por qué justo a él? Se preguntó en voz baja. Luego susurró, totalmente nervioso también.

- Que Reiji lo haga, después lo diré yo.

¡Todos en la mansión Sakamaki estaban absolutamente locos!