Extra 2.

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Por el pasillo se escuchaba el eco proveniente de los pasos apresurados de un estudiante que iba tarde a su clase.

El timbre había sonado hacia casi 10 minutos y los rizos de su cabello brincaban con cada paso.

- ¡Buenos días! - Gritó sin querer al momento de abrir la puerta.

- Señor Paguro, creí que ya no lo vería hoy.

- Una disculpa señor Montesinos, no tengo excusa - Admitió Luca mientras agachaba la cabeza.

- Lo dejaré pasar por esta vez, ahora siéntese y déjeme dar mi clase.

Luca entro apresurado mientras sus compañeros aguantaban la risa.

Su día no había empezado bien, su alarma se descompuso durante la noche y no se levantó hasta que Giulia lo notó. Ella tenía una horario diferente pues estaba inscrita en la carreta de arte y Luca en astronomía, de no ser porque ella se había levantado temprano, Luca no hubiera logrado llegar a la primera clase.

La clase del señor Montesinos no era la más entretenida, pero al menos era interesante y eso fue suficiente para que el estómago de Luca no hiciera ningún ruido hasta que esta acabó. Las prisas no le permitieron desayunar.

Era la primera vez que pasaba algo así y el cansancio de las tareas le estaba empezando a afectar. Era un buen estudiante y no solía tener este tipo de problemas, pero una de sus maestras se tuvo que ir por maternidad y el nuevo profesor no dejaba de encargarles tareas. Apenas había pasado una semana y todos los estudiantes de esa clase estaban somnolientos por quedarse tan tarde haciendo todo lo que les pedía el nuevo profesor, incluso Luca.

Apenas terminó la primera hora, Luca pensó en ir a buscar algo de comer, aunque sea en la máquina expendedora. Una pequeña barra energética y un jugo era lo poco que quedaba. Era fin de semana y siempre rellenaban las máquinas los lunes, era normal que las opciones se acabaran.

- Hey, amigo, te ves terrible - La voz de un joven llamó su atención mientras caminaba hacia su siguiente clase con su barra a medio comer.

- Hola, Dante - Le respondió.

- ¿Estás bien? Vi que llegaste corriendo - Le preguntó mientras pasaba su brazo por su cuello y caminaba junto a él.

- Estoy exhausto, me alegra que ya sea fin de semana, necesito dormir.

Los dos chicos siguieron caminando a la clase que compartían. Dante era mayor por un año, pero había reprobado esa clase y tenía que repetirla.

- Que tú llegues tarde es algo nuevo, ese nuevo profesor está acabando con todos.

Pasaron las clases y cuando fue la hora del almuerzo, Luca se percató de que había olvidado su cartera en casa. Dante tenía clase así que no podía ir a pedirle dinero prestado. Claro que tenía más amigos, pero Dante y Giulia eran los únicos con los que tenía la confianza de pedir dinero prestado.

Luca se sentó en un banco dentro de las áreas verdes compartidas, ya no tenía dinero suficiente para la máquina expendedora, ni siquiera para tomar el autobús de regreso. Su día estaba yendo terrible.

- Mal día, eh.

Giulia lo había encontrado y le colocó una bolsa en sus piernas.

- ¿Qué es esto? - Luca abrió la bolsa y encontró un par de sandwiches y una gaseosa dentro de ella - Gracias.

- Mi madre y yo notamos que no desayunaste así que pensé en traer algo para ti - Le dijo mientras se sentaba y tomaba uno de los sandwiches.

Giulia y Luca seguían siendo muy unidos, pero las clases y los diferentes horarios los separaban un poco, inclusive a veces costaba trabajo coincidir en casa.

Juntos Otra Vez (LucaxAlberto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora