16. Sueños y realidades

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...te resulte evidente o no, sin duda
el universo se desenvuelve como debe


Abrí mis ojos de golpe.

Me di cuenta que estaba sobre mi cama. Las sábanas eran completamente blancas y a decir verdad sentía mi cuerpo adolorido, como si acabara de caer sobre la cama hace un segundo. Me fui despertando lentamente, analizando cada detalle que venía a mi mente como ráfagas.

—. ¡Yah, Jiwon-ah! ¿Estás despierta? Vamos a llegar tarde al concurso.

Un escalofrío recorrió mi espalda, sentí un tirón en el pecho, como si estuviera muerta y alguien hubiese reanimado mi corazón, latía con fuerza, podía escucharlo a un lado de mi oído. Su voz movió algo dentro de mi, porque sabía que no la había escuchado en mucho tiempo.

Inevitablemente mis ojos lagrimearon, me enderecé en la cama y observé mi alrededor sorprendiéndome un poco y sintiéndome como en un lugar totalmente extraño. La habitación en la que estaba era muy minimalista, muy amplia y en mi derecha había un ventanal del suelo al techo con un balcón. Cuando miré hacia la puerta de la habitación, estaba abierta y daba hacía la demás parte del departamento; este no era el mismo edificio donde vivía, tampoco era la casa de los Min.

Entonces entró a la habitación. Yoongi vestido en un traje blanco a excepción de su corbata negra, estaba intentando ponérsela mientras me veía cuestionante.

—. ¿Qué sucede?—preguntó dándose un poco por vencido con la corbata y dejándola sobre el suave edredón blanco de la cama.—. Levántate, hice el desayuno.—dijo suavemente a punto de girarse y regresar a la sala para terminar con su corbata, pero no se lo permití.

Tomé su muñeca lo más rápido que pude haciendo que retrocediera y me mirara otra vez con sus pequeños ojos. Él parecía aún más confundido en cuanto vio mis ojos llenos de lágrimas, mis párpados hinchados y mis mejillas húmedas.

—. Yoongi, quédate.—supliqué con mi voz rota.

—. ¿Qué pasa?—preguntó aún confundido acercándose más a mi, aún sentada sobre la cama.—. ¿Te sientes bien?

No contesté nada, en su lugar jalé aún más su brazo y me levanté para abalanzarme contra él. Rodeé su cuello con mis brazos y mis manos se fueron a su cabello mientras escondía mi rostro entre su cuello. Quería sentirlo, quería saber si era real o estaba soñando de nuevo. Quería entender si había viajado en el tiempo o no, quería abrazarlo y nunca más soltarlo.

—. ¿Por qué amaneciste tan cariñosa?—murmuró con su voz rasposa en mi oído. Yo seguí llorando al percatarme de sus manos, que también me rodeaban y acariciaban mi piel por debajo de la delgada camiseta que usaba para dormir.

Sus caricias me habían calmado un poco, mi llanto aminoró pero yo seguía pegada a él como un koala, hasta el punto en el que hice que se acostara conmigo en la cama. No quería soltarlo por nada del mundo, lo veía una y otra vez y mis dedos acariciaban cada parte de su cuello y su rostro.  

—. Si sigues así me harás quedarme aquí todo el día.—dijo con una sonrisa.

—. Ese es mi plan.—susurré juntando mis labios con los suyos. Había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que besé a Yoongi, me atrevía a decir incluso que casi había olvidado el relieve de sus labios, besarlo de nuevo parecía solamente un sueño, tenerlo frente a mi era una fantasía con la que sólo había pensado.—. ¿De verdad quieres ir?—le pregunté separándome un poco, dándome cuenta que había despertado en el día del concurso, el día que había desatado todo.

Desiderata; M.ygWhere stories live. Discover now