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Son las siete de la noche y James sigue en mi casa, veo como se mueve por la cocina

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Son las siete de la noche y James sigue en mi casa, veo como se mueve por la cocina. Ha arreglado los cables de la luz y nuevamente tengo gas y agua en mi casa, hemos limpiado y lavado todo.

Me ha hablado de su empleo, le costó mucho levantar un negocio propio, pero con los pocos conocimientos que adquirió con su padre en la ferretería, pudo montar una aún más grande en Londres. Tiene a cuatro chicos a su cargo y él va a darse una vuelta siempre que lo amerite. 

—Tendremos que ir a la tienda para llenar esa nevera, ¿Cómo has logrado sobrevivir aquí en estos días? —pregunta cerrando los cajones donde están los platos.

—Estuve todos estos días en casa de Lake, llegué aquí anoche.

—¿Lake...? ¿No es la que empujo a Mel al lago? —dice incrédulo y yo me siento furiosa conmigo misma.

—Sí, ella... cómo te digo no recordaba nada y Lake se aprovechó de eso —digo excusándome.

—Me doy cuenta, estuviste dolida con ella por mucho tiempo.

Sonrío y James me mira divertido mientras se recuesta en la encimera, sé que está pensando lo mismo que yo.

—No me arrepiento de haberle cortado el cabello —digo y James suelta una carcajada.

—Mel se divirtió mucho cuando paso frente a nosotros en la cafetería —dice James con una pequeña sonrisa. —Que le tiñeras el pelo de azul fue lo mejor.

Yo me uno a su sonrisa y James me mira intensamente.

—Extrañe tu sonrisa —dice y yo me sonrojo. —Estás hermosa Mer, no has cambiado nada.

—Gracias James, yo también te extrañe... siempre supe que algo me faltaba, ahora lo entiendo, eras tú. —De repente recuerdo a Megan y me quedo en silencio.

—¿Qué pasa? —dice sentándose frente a mí, del otro lado de la mesa.

—Megan... —veo como le cambia el rostro enseguida y me toma de las manos.

—Es una gran mujer, ¿no te parece?, ha cambiado muchísimo Mer, ¿ya la viste? —dice y a mí se me cae el alma a los pies.

—Si, en la cafetería. —lucho porque las palabras salgan naturalmente. 

—Le encanta ser la dueña, aunque es muy mandona ¿sabes? —dice con una sonrisa en los labios. —Lizz siempre se está quejando de ella.

—Ya veo —digo tratando de zanjar el tema.

No quiero escuchar más.

—Nunca creí que se quedara con Miller, pensé que terminaría casándose con Nick o Fred ¿te acuerdas como la molestaban?

¿Se casó con Miller? ¿No fue con él?

Suspiro aliviada y James me mira con el ceño fruncido.

Merly ©Where stories live. Discover now