XXIX

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Nos sentamos un poco más alejados de donde esta Dani, pero no lo perdemos de vista en ningún momento, es un niño tan alegre

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Nos sentamos un poco más alejados de donde esta Dani, pero no lo perdemos de vista en ningún momento, es un niño tan alegre.

—James —él aparta la mirada de Dani y me mira —¿Ya sabes quién es su padre? —vuelve la vista hacia Dani y niega con la cabeza.

—Aún no Mer, y no creo que aparezca ya. —asiento lentamente.

—Prometí que lo encontraría. —digo en voz baja y él me mira con una sonrisa resignada en su rostro.

—Ya ha pasado mucho tiempo Mer, y Mel ya no está para que puedas sacarle la información —dice, pero siento que aún tiene un poco de esperanza.

—Lo buscare James, la tierra no se lo puedo haber tragado.

—Si es lo que quieres, no te lo impediré —a pesar de sus palabras sé que espera que lo haga.

—¿Nunca ha preguntado por él? —pregunto y James niega sin quitar la mirada de Daniel.

—Nunca lo ha hecho.

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Cuando volvemos a casa está empezando a anochecer y mis padres charlan animadamente con los Byrne, los observo unos instantes y me alegra verlos tan felices, es lindo verlos así, en Arium nunca tuvieron amigos, no sé si fue porque se les hizo muy difícil apegarse a alguien o porque realmente no quisieron tenerlos, Ilmoor fue su hogar desde antes de yo nacer, tal vez eso influyo un poco en su decisión.

James y yo saludamos a todos y nos dirigimos hacia dentro de la casa, solo podremos estar solos unos instantes porque Dani está dormido en el auto, y debe regresar a casa.

—¿Te han dicho si piensan regresar? —pregunta mientras hace un gesto hacia donde están mis padres, niego con la cabeza, ellos aún no han tocado el tema y a mí no se me había pasado por la cabeza preguntar. 

—No lo sé, pero lo mas seguro es que regresen pronto, papá tiene su negocio allá, y le ha costado mucho hacerse de un nombre.

—Lo entiendo ¿Y tú? ¿Piensas volver a Arium? —me mira nervioso e inseguro.

—Aún no lo sé, sabes que tengo un trabajo allá. —él asiente lentamente y me da un beso en la mejilla.

—Lo entiendo —le brindo una sonrisa ladeada —Me encantaría verte mañana —dice sin quitar la mirada de mis ojos.

Sonrió porque es lo que hemos estado haciendo todos estos días.

—Aquí estaré, como siempre —le digo sin borrar la sonrisa de mi rostro.

—No es lo que estás pensando Mer, quiero verte como un chico quiere ver a una chica que le gusta. —siento la cara arder y agradezco el que la lámpara de mesa sea la única luz que hay encendida en la sala —lo diré de otra manera, ¿Quieres tener una cita conmigo mañana?

Merly ©Where stories live. Discover now