• NO DEBISTE DEJARME • [DKi//Yoonmin]

🌧️13⏳

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Cuando el señor Kim ganó las elecciones, toda su familia celebró. Se habían esforzado tanto para transmitir su misión y su plan de gobierno que cada segundo valió la pena. Era un sueño hecho realidad. Sin embargo, Taehyung nunca esperó que su relación llegase a ser un problema para su familia.

—Debemos tener mucho cuidado, hijo —le dijo su madre—. Cualquier escándalo personal podría derrumbar la carrera de tu padre.

—Prometo que de mi parte no pasará nada —le aseguró con una gran sonrisa.

Lamentablemente, no contaba con que su novio le confesaría un horrible crimen. De hecho, hubiera preferido nunca enterarse, hubiera preferido la ignorancia. Así, todo se hubiera mantenido igual.

—¡No! ¡Dime que estás mintiendo! —exclamó entre lágrimas.

—Tae, mírame —suplicó Jeon Jungkook—. Sigo siendo yo. Me conoces mejor que nadie... Killer Bunny solo es...

—¡No quiero que me sigas hablando de eso! —gritó finalmente levantándose del sillón de su departamento— ¡Eres un asesino! ¡¡Eres un jodido sicario!!

En ese momento, tuvo que hacer lo que más temía. Lo miró a los ojos, evitando recordar lo hermosa que había sido su relación, y señaló la puerta. Le dolía, sí, pero tenía prioridades.

—Vete de mi casa —pudo articular luego de calmarse.

—Taehyung, yo...

—¡¡¡Largo de mi casa!!!

Esa mirada tan decidida, cargada de decepción, incluso asco, fue todo lo que necesitó el pelinegro. Al parecer, ya no había futuro para su relación. ¿Había sido su culpa? ¿Ser un criminal que disfrutaba embarrar sus manos con sangre lo volvía indigno de amar? No lo sabía. Tal vez, sí; tal vez, no.

—Bien —dijo aguantando las lágrimas—. Si eso es lo que quieres, no volveré a molestarte. —Fingió una sonrisa. —Espero que te vaya bien.

—Gracias.

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—Me alegra que haya accedido, licenciado Kim Namjoon —dijo Taehyung con una reverencia.

Luego de contactar con este hombre de piel morena y ojos de dragón, Agust y Tae fueron citados en una oficina cercana del Centro. La decoración era minimalista y orgánica. Había algunos arbolitos adorables y varios libros relacionados con medicina y psicología. Se notaba que un profesional trabajaba ahí.

—Por favor, tomen asiento.

Los jóvenes se sentaron en un cómodo sofá de color café mientras Namjoon acomodaba sus lentes. Luego, con una sonrisa, preguntó:

—¿Cuál es exactamente el motivo de su visita?

—Queremos recuperar a nuestras parejas —contestó el castaño—. El problema es que hemos tomado pésimas decisiones a lo largo de estos meses. Entonces, nos hemos dado cuenta de que debemos cambiar.

—Sí. —Asintió Agust.

—A ver. Déjenme asegurarme de si entendí. —Suspiró. —¿Creen que deben cambiar para recuperar a sus parejas?

—Sí —respondieron al unísono.

El licenciado los vio intentando analizar sus expresiones. Ambos lucían esperanzados en esta posible solución; sin embargo, notó que el rubio se mostraba cerrado a la idea de mejorar. Tenía los brazos cruzados y el cuerpo doblado un poco hacia atrás. Tal vez debería iniciar con él.

—Bien. —Sonrió. —Antes que nada, quiero que entiendan que están aquí porque quieren sentirse mejor, guiar sus vidas de una forma más apropiada (si es que se puede decir así). Deben entender que, principalmente, están aquí por ustedes mismos. ¿Les parece?

—Sí, señor —contestó Agust con un poco de sorna. Por otro lado, Tae solo asintió.

—Bien. —Dio un pequeño aplauso. —Bueno. Me gustaría iniciar con Agust. —Luego, dirigiéndose al otro joven, dijo: —Puedes ver televisión en la sala de espera o pasear por el parque. Esto tomará una hora.

—Claro, licenciado. Gracias. —Entonces, se retiró para esperar su turno.

Mientras tanto, Agust se acomodó mejor sobre el sillón. De cierta forma, sabía que sería una larga e incómoda hora. No obstante, todo lo hacía por su Kitty, aunque aún pensaba que su caso no tenía solución. Tal vez no necesitaba un psicólogo, sino un exorcista.

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