Reencarne en la villana de mi novela Favorita

12. EL LADRON Y LAS MANZANAS

Escuchar cómo es que me confundía con la heroína me hacía sentir incomoda... a decir verdad también algo molesta, sentí como si lo bien que la había estado pasando nunca hubiera ocurrido, estando encero una vez más.
—Lo siento por decepcionarte...— Suspire un poco y me dispuse a contarle mi identidad, Lisa me miraba con una cara ansiosa y emocionada por escucharme, no sabía que decirle exactamente, ¿si le digo mi nombre cambiará su actitud hacia mí por los rumores?... parecía una chica agradable pero simplemente me confundió con alguien más.

—No soy Moon... ¿Puede llevarme el vestido en una semana?... debo irme, ponga el cheque en nombre de la familia Soleil— al final tuve miedo de la reacción que podía tener así que decidí solo decir que no era ella

—Oh, lo siento, claro... ¿Entonces cuál es su nombre?

No quería decírselo, pensé por un momento que dejaría el asunto así pero tal parece necesitaba saber mi nombre, me imaginé las consecuencias e incluso pensé que me sacaría de la tienda a patadas por ser la villana... sin embargo tampoco tenía como ocultar quien era

—Soy Luna Soleil, es un placer conocerle— dije tratando de estar en paz con miedo a su reacción.

La miraba de Lisa se transformó en una de sorpresa, no tenía ni la menor idea de lo que pensaba, era demasiado entusiasta y con mucha energía así que estaba nerviosa. Sin embargo esta solo hizo una reverencia
—Es un placer conocerla señorita Luna, estoy encantada de diseñar para usted

No sabía si lo decía en serio o era sarcasmo, pero al verla a la cara se miraba muy decidida a diseñar para mí, ella estaba muy entusiasmada

— ¡Me gustan los retos y las cosas difíciles! ¡Si tiene alguna otra idea dígame por favor! —dijo aun agachando su cabeza ante mi

—Por supuesto que lo haré, no debe de hacer ninguna reverencia o bajar su cabeza, usted es muy linda es mejor mostrar su rostro a qué su pelo lo cubra cuando baja la cabeza

La cara de la chica se tornó roja, desvió su mirada apenada de mis palabras y me agradeció.

Una vez fuera de la tienda, Freya estaba charlando conmigo sobre la popularidad de los vestidos de Lisa Dessins y me preguntaba sobre lo que hablábamos dentro, estábamos en medio de una conversación cuando se escuchó a lo lejos unos gritos y alguien que se aproximaba corriendo

— ¿Qué está pasando?— pregunte desconcertada

Al decir eso escucho la voz de una mujer gritando mientras corría muy cansada detrás de un hombre

— ¡Ayuda, ese hombre me ha robado!— exclamaba la mujer, la cual era una plebeya.

En su caso si no recuperaba esa bolsa de monedas podría quedarse sin comer por un tiempo, no lo pensé dos veces cuando tome una manzana de un puesto de enseguida mío y la lance al ladrón que estaba por pasar a lado mío.
— ¡¿ah?! ¡¿Qué mierda fue eso?!— pregunto puesto logré darle con una manzana muy dura en la cara aunque no se detuvo por mucho tiempo, después le lancé una a la cabeza con la mayor fuerza posible, concentre todas mis frustraciones de esta vida y la verdadera.

En verdad logre darle, el golpe fue tan fuerte que se detuvo para sentir el lugar del impacto volteando hacia atrás para ver al culpable, no lo pensé, solo corrí hacia él con un montón de manzanas en mis brazos mientras se las lanzaba, mi dama de honor estaba demasiado sorprendida, el dueño de la tienda le estaba reclamando a ella pidiéndole pagar por las manzanas que yo había tomado sin dejarla seguirme o intentar detenerme

— ¡señorita, no corra hacia él, es muy peligroso!— escuche que gritaba

Mientras corría hacia él sin detenerme le lanzaba manzanas, había logrado tomar seis de ellas y ya solo me quedaban dos, el ladrón seguía corriendo de nuevo, lance mi penúltima manzana, le di en la espalda solo me quedaba una y necesitaba detenerlo, no sabía qué hacer, mi puntería tampoco era tan buena así que podía fallar, lance mi última manzana, pero a la vez un hombre se acercó a él, lo detuvo amenazándolo con una espada, la manzana ya había sido lanzada y estaba segura de que golpearía al hombre que detuvo al ladrón. Si, así fue, la manzana golpeó la cabeza del buen hombre, gracias a Dios, no soltó al criminal, me acerque rápidamente a disculparme