86 Formación en el valle (II)

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Ser capaz de controlar a decenas de miles de cadáveres estaba absolutamente fuera de las capacidades de una persona común, por lo que él que se estaba escondiendo en el arreglo de piedra probablemente no era un don nadie, sino el brujo Song Yun en persona.

En el momento en que pensó eso, Xue Xian sólo sintió que le dolía la espalda como si algo lo hubiera golpeado y, después de haber vivido esa calamidad, la sensación de adormecimiento de su cuerpo regresó.

Sabía en su corazón que solamente eran los hilos de seda que estaban soportando su columna y se estaban estremeciendo bajo la influencia de miles de fantasmas, por lo que algunos de esos hilos no podrían soportarlo por más tiempo y volvió a sentir el hormigueo proveniente de sus huesos rotos.

Sin embargo, en estas circunstancias, este hormigueo sólo evocaba viejos resentimientos. Xue Xian percibió el olor desagradable proveniente de los cadáveres que cubrían toda la montaña y el arreglo de piedras, y la expresión de su rostro se volvió tan helada como la escarcha.

Se quedó parado en silencio, observando las oleadas de cadáveres que se acercaban hacia ellos, estiró una mano e hizo un ademan de limpiarse las ropas, luego desapareció en una densa neblina blanca repentinamente.

En sólo un parpadeo, el dragón negro se elevó hasta el cielo, haciendo que las nubes retumbaran y soltando un rugido prolongado. Entre el estremecimiento de la montaña, los violentos truenos se movieron junto con el viento embravecido, impactando el valle con unas líneas luminosas rápidas y feroces.

Los innumerables cadáveres del valle fueron alcanzados por los truenos y relámpagos como si fueran un grupo de avispas alebrestadas. El arreglo de piedras explotó bajó la fuerza de los relámpagos y, de entre los escombros, una figura borrosa rodó por el suelo y desapareció en ese mar de cadáveres.

Esa persona se había puesto un hechizo de ocultamiento en el momento antes de caer entre esos cadáveres, por lo que incluso aunque estuviera rodeado por esos cadáveres putrefactos, era imposible distinguir cual era él.

El dragón negro voló de un lado a otro sobre la montaña, barriendo todo a su paso con su larga cola. La inmensa fuerza de esa cola golpeaba directamente contra el suelo haciendo que toda la montaña se estremeciera y perturbando el mar, destrozando el valle completo.

Buuum...

En los lugares donde caía la cola, se formaban incontables grietas en el suelo que se extendían rápidamente y enormes pilas de cadáveres salían volando por todos lados, para luego estrellarse de nuevo contra el suelo unos tras otros, formando una masa informe de huesos y carne putrefacta, desbordándose por las grietas del suelo.

Al mismo tiempo, un dragón de fuego surgió de un extremo del valle, como una enorme lengua de fuego que se desplazaba desde lo alto del cielo, silbando en el viento embravecido y envolviendo cientos de cadáveres con sus llamas.

Xue Xian miró con frialdad las obscuras nubes, barriendo con su mirada el mar interminable de cadáveres que aullaban y luchaban por no caer en las grietas, pero el brujo Song Yun a quien realmente estaba buscando se escondía como un ratón de alcantarilla, realmente no había dudado en disfrazarse como un cadáver putrefacto.

¿Pero de que servía esconderse de esa manera? ¿Cuál era la diferencia entre morir inmediatamente o morir un poco después?

Los hilos de seda que sostenían su columna fracturada seguían tensándose debido a su ira y se estaban volviendo cada vez más frágiles conforme iba agotando su energía espiritual. Para Xue Xian, el dolor que surgía de sus huesos y se difundía por debajo de su piel no era algo que tenía presente en general, pero en estos momentos, todo ese dolor se convirtió en enojo.

-Monedas de Cobre- Libro 5 Sin ArrepentimientosWhere stories live. Discover now