El perdón es un acto de egoísmo, de vanidad. Perdonamos y nos sentimos bien con nostros mismos. No lo hacemos y creemos que es por tener motivos más que suficientes. Ponemos las culpas en la balanza a conveniencia del juzgado y siempre queremos ganar la disputa de el. Perdonamos cada una de nuestras meteduras de pata pero somos implacables con los errores ajenos, perdonamos una mentira porque aprendimos a ponerles niveles, perdonamos infidelidades porque aveces solo conviene quedarse callado...
¿Acaso dios nos permitió esa dicha? ¿Algún día me perdonaré por haberte perdonado?
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Dentro de mi abismo
Random¿Quien soy? Pregunta difícil en un mundo donde tantas cosas nos definen "aparentemente". Decidido a encontrar respuesta a esa pregunta me embarqué en ese viaje que todos hacemos al menos una vez en la vida. La visita a nuestro interior, a esa esenci...