Miedo

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Me gusta escribir porque es la única forma que tengo de quererte, sin tenerte.

12:02 am...

La noche y su manía de recordarme a ti en cada cosa que haga. Duele pensarte y lo hago, duele extrañarte y te extraño, duele saber que no estás aquí y quisiera volver el tiempo a ese último segundo en que sentí tu aroma. No escribo por amor, escribo porque duele extrañarte las mismas veintiséis horas que dispuse para enamorarte o saber que tal vez nunca me veas de la misma forma que yo a ti. La distancia nunca me ha enseñado nada porque si algo se de estos asuntos es que las ganas acumuladas muchas veces terminan en escritos tristes como este.

...Joder, es que aún recuerdo como si fuera hoy tu primer mensaje. Con más herrores, una mezcla entre horror y error, de lo que mis ojos podrían aguantar. Las noches se acortaban, creo yo, no le encuentro otra explicación a esa costumbre de mirar dos veces el reloj... La primera marcaba las diez, la segunda las dos...mínimo. luego llegaron los apodos, las primeras discusiones y algún que otro te quiero camuflajeado entre esos "te odio" que usábamos tan a menudo. Nunca me olvidaré la primera vez que te vi, eras grande, inmensa, toda una diosa griega y yo, por primera vez en mi vida me sentí pequeño, queriendo ser el dragón de la princesa que ya sabía cuidarse sola. Pero las apariencias engañan, tu rudo carácter de diluyó entre ocasionales elogios y el rubor de tu rostro. Helados, risas, besos, risas, risas, risas. Siempre llevaba a casa el maravilloso dolor en mis mejillas luego de un día perfecto. Lo nuestro era digno de ponerlo en pantalla, tú el Óscar al drama del año, yo, el premio al "No entiendo nada" del siglo. La distancia dijo presente y cada quien siguió su camino pero como diría Coelho..."Cuando dos almas tienen que encontrarse el universo conspira a su favor", sinceramente, me acabo de inventar esa frase pero suena a algo que escribiera él ¿vale? Y la campanilla de Twitter puso a mi planeta otra vez en tu órbita mientras yo, aficionado a tu infinito, retomé la misión de descubrir tu universo. Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, pero esto suena más a una continuación, o eso me digo cada mañana. Fueron dos semanas y todo parecía haber cambiado, otras prisas, otro yo, otra tú. Volvieron las charlas a media noche, ahora con un nuevo compañero de viaje... El miedo. Esta vez solo necesite una cita para saber que mi lugar estaba a tu lado aunque mi mente diga lo contrario. Los valientes siempre siguen a su corazón, los cobardes...escriben sobre ello...

Dentro de mi abismoWhere stories live. Discover now