Parte 9

19.1K 1.3K 461
                                    

-No te atreverías- dijo Bakugo frunciendo el ceño y apretando los puños de las manos intentando zafarse de tu agarre.

-¿Enserio quieres retarme?- respondiste viéndolo directamente a los ojos y sin titubear.

Bakugo trago saliva y trono la lengua evadiendo la mirada.
-Juró por quien tú quieras, que si se te ocurre hacer una estupi-... aahh, Ugh-

Bakugo no terminó su oración ya que tus manos masajeando sus pechos provocó que reaccionara de esa manera.

-vaya, cuando eras hombre ya tenía algo de pecho pero ahora realmente son grandes- apretabas y girabas en círculo sus pechos simultáneamente.

-¡¿Qu-que demonios crees qué haces...?! Tu... tu... maldita... aahh.. Ugh.. mmhhmm-
Bakugo trataba de aguantar hacer esas expresiones pero se salían solas por su boca.

Tu también te sentías algo nerviosa, nunca habías tocado el cuerpo de una mujer antes, más que el tuyo propio para auto explorarte, pero estabas decidida a hacerle pasar por lo mismo que tú pasaste.
Así que hiciste esos nervios a un lado y seguiste con tu plan.

-Bueno, supongo que no necesitas esto- poco a poco ibas despojándolo de sus ropas hasta dejarlo en ropa interior.

Bakugo se cubría con sus brazos, uno apretando sus pechos y otro sosteniendo aún su bóxer.

Tragaste algo de saliva, su cuerpo era realmente hermoso, quiero decir, ante tus ojos era perfecto, pero no pensabas mostrarle algún sentimiento más que frialdad.

-Ja, te ves chistoso usando bóxers aun con ese cuerpo- te burlaste.

-Ca-callate maldita idiota, eres una maldita pervertida-

-Dime algo que no sepa tonto-
De un jalón le quitaste ese pedazo de tela dejándolo totalmente expuesto.

-Ahhh!- dejó escapar un pequeño grito, Bakugo estaba empezando a sonrojarse, nunca lo viste tan rojo, excepto cuando se enoja.

-Vaya, aún siendo mujer conservaste tu condición física, ahora te tengo envidia, quiero decir mira esta cintura... y esta cadera...- tus manos empezaron a recorrer cada centímetro de su piel.

-Dije que no te atrevas a..!!- Bakugo iba a soltarte una cachetada, pero la detuviste en el aire.

-No, ahora me toca jugar a mi- con tu corbata amarraste sus muñecas arriba de su cabeza.

-Hija de p...- No querías escucharlo maldecir más, así que comenzaste a besarlo.
Empezó siendo un beso rudo pero poco a poco tomaste el control y Bakugo seguía tus movimientos.

Sus lenguas iban al mismo ritmo, les costaba tomar aire y sus respiraciones iban acelerando.

Tus manos comenzaron a tocar el cuerpo de Bakugo, sus piernas, sus glúteos, sus pechos, etc...

-¿Donde c-crees que... que estás... tocando?- Si cuerpo empezó a reaccionar, su piel se enchinaba y tiritaba al suave toque de tus dedos.

-Donde mejor se siente- contestaste algo sonrojada e inmediatamente iniciaste a masajearlo en su clitoris.

-Ah..ahhh...ahh Es... espe... esperaaaa... donde que es... aahh ....ahh... se siente raro....- Bakugo arqueó sus espalda ya que todo eso era nuevo para el y no sabía como reaccionar.

-¿No te gusta? Pero, te estás empezando a mojar aquí abajo...-

-NO SEAS ESTUP..- tapaste su boca con una mano tuya cuando decidiste empezar a meter un dedo y luego dos, hasta agarrar un ritmo adecuado.

-Mmmhhmm... mmmggghmm... mmmhhhmhm... -

-¿qué dices?, no puedo escucharte por tu boca de arriba, pero la de aquí abajo tiene mucho que decir, escucha todos los sonidos obscenos que están saliendo- aumentaste el ritmo y Bakugo inconscientemente movía sus caderas.

Volteaste a verlo y sus ojos parecían de cristal al mismo tiempo que fruncía el ceño, no sabías si creías que fuera posible hacerlo llorar de esa manera.

-Si te mueves, no lograrás nada, más que sentirte aun mejor, el afrodisíaco realmente funciona. Estás muy caliente aquí dentro- jugabas con tus dedos en su interior a la vez que con el pulgar masajeabas en círculo su clitoris.

-Mmmhhmmm!!!-
Antes de que te dieras cuenta, el se había venido en tu mano.

-Vaya, ¿te viniste con un par de dedos? Ese agujero tuyo es toda una puta- dijiste mientras lamías tus dedos y te colocabas al frente de el.

Bakugo parecía algo aturdido, trataba de regular su respiración pero no sabía bien como.
-Tu... tu.... Aaahh... ahhh... ¿qué, que me hiciste?-

-Te lleve al cielo...-
Desabrochaste tu pantalón dejando ver tu arección palpitante.
-Y ahora te arrastraré al infierno junto a mi-

-¿Cómo es que ustedes pueden tener esto guardado en simples trozos de tela- te quitaste lo que te quedaba de ropa.

-Tu...tú no estarás pensando...- dijo con algo de miedo.

De un solo movimiento abrirse sus piernas de par en par colocándote en medio.

-Espe...espera!! Eso eso eso no cabrá idiota!-

-¿Tu crees?, la tuya es del mismo tamaño, averigüémoslo- colocaste una mano en sus caderas y con la otra tomaste tu miembro y empezaste a sobarlo en la entrada de Bakugo.

-Mmhhmm, realmente se siente viscoso y algo caliente- expresaste con malicia.

-Es... espe... espera.... Idiota... pervertida... tu... tu...- Bakugo se empezaba a poner nervioso, ya no sabía que más balbucear.

Por tu parte, realmente sentías que el corazón se te iba a salir en cualquier momento, nunca habías estado en ese cuerpo, no sabes lo que pasara una vez entres, pero la excitación también te esta afectando.

-Bueno... aquí voy...- diste un ligero suspiro cerrando los ojos.
-No..noo... está bien esta bien lo sient...- Bakugo cerró sus ojos fuertemente.

Alguien toca la puerta.
-¿T/N?-

Los dos se quedan estáticos con los ojos bien abiertos viéndose mutuamente.

-Soy Deku... bueno Izuku jejeje, tengo listo el reporte que nos pidió Aizawa-sensei, pero quería revisarlo contigo.
Ah y de paso ver cómo estabas, escuche que tuviste problemas con la misión que hiciste con Kacchan.
Oh hablando de Kacchan, no lo he visto, ¿tu si?-

Ayúdame a Estudiar Kde žijí příběhy. Začni objevovat