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Parte 15. Malentendidos

- Ahora que están más tranquilos pueden decirme bien qué demonios fue lo qué pasó- cuestionó Aizawa que estaba de pie frente a nosotros.

Kiri, Bakugo y yo estamos sentados en un sillón en la sala de maestros.

Bakugo tenía algunas vendas puestas y Kiri una que otra gasa para los raspones.

- Después de la explosión de humo yo no podía ver bien y yo solo pensaba en ir a ayudar a...- respondí lo primero que salió de mi boca.

- ¿Ayudar? ?¿cómo? ¿Haciendo que secuestraran a Bakugo? - Endevor interrumpió mi respuesta.

- No, no claro que no - mis ojos se volvieron algo cristalinos. - Yo jamás ayudará a los villanos a que se llevaran a ningún compañero.- Dije molesta.

-Vamos Endevor-san deje que termine de hablar...- Hawks lo tomó del hombro y el solo lanzó una mirada de inconformidad. -Vamos linda, continua...-

Apreté mi uniforme y estaba decidida a contarles lo del cambio de cuerpos y que los villanos realmente me estaban buscando a mi pero sentí algo cálido sobre mi hombro.

-Fue mi culpa-
-¿Bakugo...?-

Había puesto su mano sobre mi hombro para levantarse.

-Escuche la explosión y quise ir yo solo a detenerlos, creí que podría pero no contaba que fueran los de la liga de villanos- decía en un tono grave pero calmado sin quitar el contacto visual de Endevor.

-¡No tenías por que correr el riesgo!- Endevor interrumpió.

-Además, los verdaderos héroes, no llegaron a tiempo. Solo quería reducir los riesgos y/o pérdidas- añadió Bakugo.

Endevor se quedó frío y solo se pudo escuchar una pequeña risa de Hawks.

-Bien bien, dejémoslo así por ahora, lo importante es que están bien, lograron rescatar al rubio y los tres regresaron completos- Hawks lo decía mientras empujaba a Endevor fuera de la sala.

-Oy... ¡¿oye qué haces?! No he terminado de hablar...-
-Si si, lo que tú digas Endevor-san, Ereased ya encontrará un castigo apropiado- nos volteo a ver y nos guiño un ojo antes de cerrar la puerta y marcharse con Endevor.

Aizawa nos observó por un breve silencio incómodo.

-No debería de castigarlos por que fue una acción de verdadero valor, pero tengan en cuenta que si algo hubiera salido mal realmente lo estuvieran lamentando ahora mismo-

Los tres tragamos saliva.

-Ahh... pero supongo que tengo que hacer algo... bien, por las próximas semanas se quedarán hasta el final a limpiar el salón después de cada clase y sobre el patrullaje, después de ese "incidente"- regreso a vernos a Bakugo y a mi, en ese momento el desvío la mirada y yo solo sentía como mis mejillas se calentaban. -No podrán salir a patrullar hasta nuevo aviso, es todo- Aizawa salió del salón sin decir nada más.

Los tres nos quedamos ahí, en completo silencio. No sabía que decir, no quería incomodar a Bakugo, me alegraba que estuviera a salvo y no quería abrumarlo con mis pensamientos pero realmente quería aclarar algunas cosas.

-Bakugo yo...-
-Después...-
-¿Eh?-
-Hablemos... de eso... después...-

De repente sentí como su peso cayó sobre mi regazo completamente relajado. Como si se hubiera desplomado.

-¡¿Ba...Bakugo..?!, Kiri llama a la enfermera...- me asuste enserio.

-Tranquila t/n...- acarició mi cabeza gentilmente.

-Mira, solo esta dormido...- Kiri tomo mi cabeza y la giro para ver a Bakugo.

Es verdad, el cansancio de todo lo que había pasado pudo con el y lo estuvo aguantando todo este tiempo. Bakugo eres increíble. Mis mejillas volvieron a ruborizarse.

-Los dejare, tengo que reportarme con Mina y los demás y decir que están bien, dire que ambos están dormidos para que no vengan a molestarlos- Kiri se levanto en dirección a la puerta.

-Ah es verdad, Kiri respecto a lo de hace rato...- regresé a verlo. Quería darle una respuesta pero lo peor es que ni siquiera yo sabía que decir.

-No te presiones t/n, cuando Bakugo despierte, podremos darle una solución los 3, claro hay que dejar que nuestras mentes se despejen de este evento jaja, deberías descansar tu también.- dió una sonrisa nerviosa.

-Supongo que tienes razón... yo también me siento exhausta...- mi cabeza empezaba a tambalear.

-T/n...- escuché un leve susurro, mientras mi vista se nublaba, logre ver a Kiri acercase.

-¿Si?- respondí.

No escuche nada, solo sentí algo cálido y gentil en la frente. Me hizo sentir a salvo.

-Solo quería darte un pequeño beso para que duermas bien.- añadió Kiri.

Fue lo último que escuché antes de la puerta cerrándose y después caí dormida sobre el sofá.

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-¿Eh?, ¿cuánto tiempo me dormí?- abría los ojos lentamente mientras me los tallaba y mi vista se acostumbraba a la ligera oscuridad de la noche.

-Siento algo pesado en mi...- gire mi mirada hacia enfrente.

Mis ojos no podían creer lo que veía. Bakugo abrazándome por la cintura mientras su cabeza descansaba plenamente en mi pecho.

-¿En... en qué momento...?- susurré mientras mi corazón se aceleraba de la impresión y mi cara se ponia roja nuevamente.

-Haces mucho ruido- escuche una voz ronca de repente.

-¿Eh?-

-Los latidos de tu corazón no me dejan dormir, van muy rápido- Su cabeza giro lentamente hasta hacer contacto visual conmigo.
-¿O acaso estás pensando en algo sucio? Pequeña pervertida-

-Crei que seguías dormido... no quise despertarte, lo siento...- contuve mis nervios desviando la mirada un poco y apretando ligeramente el sillón, no quería regresar a nuestros "juegos" de antes.

El se me quedo viendo por unos segundo y después dijo -Oh, ya veo...- despues volvió a acurrucarse en mi pecho.

-Pero este pequeño hijo de... ¿quién se cree?- eso fue lo primero que se me vino a la cabeza.

-Fui secuestrado y casi abusan de mi, déjame estar un rato más así...- dijo entre susurros, podría sentir como su cuerpo se estremeció ligeramente.
-por favor...-

No dije nada, solo coloque una mano sobre su cabello y la otra sobre su espalda. Dejo de temblar y solo sumergió más su cabeza en mi. Como un pequeño niño que se perdió y por fin pudo regresar a casa.

-Más te vale que no le cuentes esto a los demás extras idiota- amenazo sutilmente.

Vaya aún tenía energías para amenazar de muerte.

-¿Qué ganaría contando esto?. Tranquilo, estamos en el mismo barco.- Dije en un suspiro mientras acariciaba su cabello.

Sentí como estrujo una parte de mi ropa.
-Lo sien...- lo intereumpi.

-Después- dije.

-Maldita extra- hizo un puchero.

-Hablaremos de esto después...- dije con una ligera risita mientras sentía como nuestras respiraciones se sincronizaban hasta relajarnos y caer los dos dormidos otra vez.