Capítulo 9 Pinturas

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Eliana POV

-¿Hay algo que te apetezca hacer? -Le pregunté a Halley viendo cómo se removía incomoda en su lugar. Ya llevaba un buen rato así.

-¿Tienes algo de comer? -Me pregunta Halley mirando superficialmente la habitación como si no creyera que podía tener comida aquí.

-Tengo un paquete de papás ¿Está bien para ti? -La niña asintió y tome el paquete que había comprado esta mañana entre clases, pero finalmente no había comido. Se lo entregué y Halley se sentó en la mesa del escritorio y se dispuso a comerlo.

-Voy a ponerme algo más cómodo. -Halley volvió a asentir y yo me dirigí hacia el baño para quitarme el vestido que llevaba y sustituirlo por una sudadera y unos pantalones de pijama a cuadros que tenía.

La llegada de Nathaniel con Halley fue toda una sorpresa. Cuando los vi a ambos parados en mi puerta pasaron un montón de situaciones hipotéticas en mi mente, pero ninguna coincidió con lo que me había pedido Nathaniel. No dude mucho en aceptar cuidar a Halley porque sabía que eran pocas las personas a las que él podía acudir para pedir algo como esto y en cierta manera me alegraba que me haya tenido en cuenta en ese asunto. Además, entendía también la preocupación de Nathaniel por llegar con su hermana tan pronto como fuera posible, así que imaginó que eso tuvo que influir para que él viniera hasta mi puerta y me pidiera ese favor.

Tuve que cancelar mis planes con Franco para quedarme con Halley, cosa, que salió terriblemente mal. Esperaba que Franco se molestara un poco por cancelar los planes que teníamos, aunque, también, pensé que iba a comprender que lo hiciera dada la situación. No le dije como tal que emergencia se me había presentado, pero si di a entender que era un asunto que se me salía de las manos. Le dije que si quería podíamos reprogramar la cita para el otro fin de semana. Franco, literalmente, me mandó a la mierda y me dijo que no pensaba perder el tiempo con una chica que probablemente se estaba revolcando con otro y ponía excusas patéticas para no ir a una cita.

Mi dedo se movió sobre el botón de colgar antes de que pudiera terminar de procesar todo lo que él me había dicho. Por un segundo pensé que estaba hablando con un hombre totalmente diferente al que conocí en el Club el sábado pasado, ese día había sido amable y encantador, cosa, contraria a la forma en la que se comportó cuando lo llamé. Después de eso solo podía pensar en lo agradecida que estaba con Nathaniel por hacerme cancelar mis planes ya que eso me había ahorrado un valioso tiempo gastado en un imbécil que no valía la pena, como resultó ser Franco.

Y mientras terminaba de retirarme el maquillaje mi mente volvía inevitablemente a Nath y a lo que paso entre nosotros ese sábado en el Club. El solo recuerdo alteraba mis sentidos de una terrible y muy mala manera, sobre todo teniendo en cuenta que había conseguido que Nathaniel le diera una oportunidad a nuestra amistad.

Imagino que haber terminado el trabajo que él había empezado ese sábado una vez llegué a mi habitación ese día, pensando que el que me tocaba era él y no yo misma hacía aún peor las cosas.

Así que tenía que hacer hasta lo imposible para mantener la excitación a raya si de verdad quería que las cosas funcionaran con Nath. Era posible que hubiera personas que lograban tener una buena amistad mientras también tenían relaciones sexuales entre ellos, pero eso no nos serviría a Nathaniel y a mí. Dada nuestra historia era imposible no involucrar fuertes sentimientos si llegaba a sobrepasar esa línea con el que une vez fue mi más grande amor, por lo menos era imposible de mi parte.

Terminé de quitarme el maquillaje y salí del baño para encontrar a Halley sentada en mi cama pasando las páginas de un álbum de fotos viejo que juraba tenía bien guardado en el fondo de uno de mis cajones de ropa. ¿Había tardado tanto en el baño para que la niña alcanzará a fisgonear en mis cosas? ¿Por qué siquiera había husmeado entre mis cosas en primer lugar?

Provócame [Nathaniel CDMU]Where stories live. Discover now